La cadena nacional de farmacias Rite Aid se disculpó públicamente con dos inmigrantes indocumentadas a quienes, se les negó acceso a las vacunas contra el COVID-19, según la compañía se trató de “un error”.
Los incidentes ocurrieron de forma separada al sur de California con dos mujeres indocumentadas.
No se puede negar vacuna COVID-19 a indocumentados
Según el plan federal de vacunación contra el COVID-19 no es un requisito ser ciudadano estadounidense para recibirla, ni tener un seguro médico. La vacuna está disponible para las personas dentro de los grupos elegibles por edad o condición médica.
En el primer incidente el hijo de una de las mujeres publicó en las redes sociales esta situación.
Se trata de Sebastian Araujo, un estudiante de leyes de la UCLA, dijo que su madre fue rechazada en un Rite Aid en Mission Hills, California, después de que le pidieran que mostrara una tarjeta del Seguro Social, pero ella solo portaba presentar su identificación consular.
En el segundo caso, Kevin Rager el empleador de la inmigrante, quien es niñera, habló con la estación local KABC, asegurando que la indocumentada, se puso a llorar cuando fue rechazada en la farmacia Rite Aid dos veces el mismo día.
Rager dijo que la niñera incluso le proporcionó a Rite Aid una identificación de otro estado y una carta que escribió Rager verificando que ella cuida a sus hijos. Pero el empleado de un Rite Aid en Laguna Niguel, insistió en que se le presentara su tarjeta del Seguro Social.
Farmacias Rite Aid se disculpan
Posteriormente las dos mujeres fueron invitadas por Rite Aid para recibir sus vacunas.
El portavoz de Rite Aid, Christopher Savarese; aseguró a la cadena ABC News que ambos casos fueron incidentes “aislados”; que ocurrieron porque los empleados de las tiendas no siguieron los protocolos establecidos de elegibilidad de la vacuna.
Los empleados serán “reeducados” sobre los protocolos de elegibilidad; para que estos incidentes no vuelvan a ocurrir.
“Hemos administrado más de 1.2 millones de vacunas y hemos tenido dos de estas quejas”, dijo Savarese el 21 de marzo.
Incidente similar en Carolina del Norte
Jenifer Montoya, una joven de 23 años, llamó al Departamento de Salud del Condado de Catawba en nombre de su abuela e intentó programar una cita para la vacunación.
Pero después de que la representante en el teléfono obtuviera los datos personales de su abuela, le preguntó si era ciudadana estadounidense.
La directora de salud del condado de Catawba, Jennifer McCraken, confirmó que ocurrió el incidente; y que “reeducarán” al personal sobre los criterios de elegibilidad y otros servicios relacionados con el COVID-19.
El 1ro de febrero, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) emitió un comunicado en el que aclaraba el acceso equitativo a las vacunas contra el COVID-19; y los sitios de distribución de vacunas para inmigrantes indocumentados.