El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dio a conocer este lunes que el Pentágono exigirá a todos los miembros de las Fuerzas Armadas que estén vacunados contra la COVID-19 para mediados del mes de septiembre.
Desde la Casa Blanca se vio con buenos ojos esta medida, luego de que el presidente Joe Biden expresó en un comunicado su apoyo firme pues 'las vacunas salvan vidas' en la pandemia.
Austin aseguró que los militares 'también vigilarían de cerca las tasas de infección, que ahora están aumentando debido a la variante Delta, y el impacto que estas tasas podrían tener en nuestra preparación. No dudaré en actuar antes o recomendar un rumbo diferente al presidente si siento la necesidad de hacerlo.'
El Pentágono dio a conocer que los mandos militares no habían obligado a sus miembros a inocularse, como sí lo piden con otras vacunas, ya que las dosis contra el coronavirus solo habían sido aprobadas de emergencia.
Según una estadística dada a conocer por el propio Pentágono, 2.5 millones de soldados en servicio activo y de la Guardia Nacional (reservistas), ya fueron inoculados, lo que dio calma al gobierno que temía que la pandemia afectara la capacidad de defensa del país.
El presidente Joe Biden giró instrucciones a los militares para preparar un plan que exija a las tropas recibir la vacuna como parte de la campaña para generalizar la inoculación en la fuerza laboral federal.