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Una trágica historia que cuesta trabajo creer tuvo lugar en Rusia, donde una doctora lanzó por la ventana de un hospital a un bebé recién nacido. El pequeño murió al instante.

El increíble suceso ocurrió el pasado mes de junio, fecha en que una mujer identificada como Viktoria Ivanova, de 34 años, dio a luz a su tercer hijo en la ciudad de Sterlitamak.

De acuerdo a los medios locales, Ivanova compartía habitación con una doctora llamada Alina Araslanova, de 29 años, quien ese mismo día dio a luz a su segunda hija.

La desgracia ocurrió por la noche, cuando sin ningún motivo aparente, Araslanova tomó al recién nacido de la cama de Ivanova y lo lanzó desde un tercer piso.

El pequeño, que había sido nombrado Volodya, murió al momento del impacto. No tenía ni un día de edad.

Las mujeres estaban en camas contiguas y Alina aprovechó cuando la Viktoria salió un momento de la habitación para cometer el atroz homicidio, según el sitio NTV.

Medios locales informaron que poco antes de dar a luz, Araslanova había estado internada en un psiquiátrico siendo atendida por depresión. Los médicos la dieron de alta tras determinar que "no representaba una amenaza para los demás".

"Araslanova ama ser doctora y ayudar"

Araslanova se graduó como doctora hace seis años y desde entonces trabajó como médico general en una aldea. Una amiga de la agresora contó a los medios que Alina amaba su profesión y “siempre estuvo ahí para ayudar".

Si la historia ya era difícil de concebir, el desenlace es aún más increíble, pues el matrimonio decidió perdonar a Araslanova.

"Es nuestra voluntad que esta mujer sea perdonada, no queremos castigarla. Se debería permitir vivir su vida feliz. Hemos aceptado todo, no queremos que nadie sea castigado", dijo el padre.

Alina Araslanova. (Foto:Newsflash)

Alina será sometida a nuevos estudios psicológico, los cuales determinarán si será juzgada legalmente o si deberá de tomar tratamiento psiquiátrico obligatorio. Sus hijas permanecen bajo el cuidado de las autoridades.

“Lo más difícil es despertarse por la mañana y darme cuenta de que esta es la realidad (…) Intento aguantar por el bien de nuestros hijos, pero no siempre funciona. A veces parece que no puedo hacer frente y quiero rendirme. Este sentimiento no desaparecerá, tendré que vivir con esto toda mi vida”, dijo Ivanova a la prensa rusa.

Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM. amendoza@lanoticia.com