Después que este lunes la canciller de Alemania, Angela Merkel, habría decretado un confinamiento para Semana Santa por la pandemia de COVID-19, la mandataria canceló el mismo.
Esta medida estaba pensada para disminuir el avance de los contagios por COVID-19 que los últimos días han estado en aumento; por lo que se espera que después de semana si la gente no toma conciencia podrían ocasionar una nueva ola, especialmente por la presencia de la variante británica.
Sin embargo, Merkel catalogó como un error el encierro absoluto, pues tendría connotaciones económicas graves pues el flujo de dinero se detendría e incluso no se sabría si los salarios se podrían pagar.
Este error es mío y sólo mío. Un error tiene que ser nombrado como tal y, sobre todo, debe ser corregido, y si es posible a tiempo".
Además lamentó que su decisión hubiera causado incertidumbre al pueblo alemán, por lo que se disculpó.
Estoy profundamente convencida de que juntos derrotaremos al virus (...) El camino es difícil y accidentado; está marcado por los éxitos, pero también por los errores y los reveses".
Pese a la cancelación de esta acción, es claro que Alemania está en la antesala de una tercera ola de contagios, como en muchas partes del mundo. Por lo que la canciller se reunirá con ministros de los estados federales para decidir los nuevos pasos a seguir.
La pandemia de COVID-19 en Alemania
Actualmente el país europeo registra 2.7 millones de casos y 75,255 defunciones. Por otra parte, Alemania tiene registradas la aplicación de 11.1 millones de vacunas anti COVID-19 y 3.42 millones de tratamientos completados, lo que representa el 4.12 % de la población.