En un aula decorada con banderas latinoamericanas, Garry Alberto Morrison, un maestro de Oaklawn Language Academy, espera a sus alumnos con ansias de guiarlos hacía un mejor dominio del español, el mismo idioma que ama y que se ha convertido en su herramienta para comunicarse, predicar y trabajar con más de 10,000 estudiantes.
Garry no solo quiere que sus estudiantes hablen español, sino que lo hagan de manera formal, con buena pronunciación y respetando la gramática. Su compromiso para lograrlo, le ganó un reconocimiento durante el Mes de la Herencia Hispana por el Sistema Escolar de Charlotte-Mecklenburg (CMS).
Enseña español y la cultura latina en Charlotte
Oriundo de Panamá, Garry creció entre el español y el inglés. Y a pesar de que “el español” no era su materia favorita durante sus años de estudios, al dejar atrás sus fronteras se dio cuenta el amor que sentía por esta lengua y que estaba destinado a que esta se convirtiera en su herramienta para cualquier situación
“Yo sabía que iba a hacer algo con mi idioma. Y la vida me dio la oportunidad de hacerlo aquí en Estados Unidos, con una buena oportunidad para, no solamente enseñar el idioma que tanto amo, sino también enseñar la cultura variada de Latinoamérica”, dijo a La Noticia.
Con esa oportunidad en la mesa, Morrison comenzó su carrera docente en el año 2000 y desde entonces ha enseñado español. Primero dictó clases a adultos en Alabama, a través del programa ESL (Inglés como segundo idioma) y luego se mudó a Carolina del Sur. En el 2015 llegó a Carolina del Norte como maestro sustituto, y luego permanente, en la escuela de educación intermedia Oaklawn Language Academy.
Allí ha pasado los últimos ocho años y en poco tiempo, asegura que se convirtió en una guía del uso correcto del español.
“Quiero que cuando ellos hablen español, lo puedan hacer formalmente, puedan saber la palabra correcta para decir. Aquí, en mis clases, todos tienen que hablar, y aunque siempre hay alumnos que hablan más que otros, todos se sienten cómodos y saben que pueden conversar sin temor a cometer errores, porque eventualmente yo los oriento para que hablen, escriban o lean correctamente. Ya ellos saben que yo los respeto, los quiero y también quiero que progresen y tengan muchas oportunidades, por eso mi intención es prepararlos para que sean bilingües y que puedan pulir su español”, comentó.
Aprenden cómo comunicarse con diferentes culturas
Su enfoque de enseñanza va más allá de la gramática y el vocabulario; busca conectar con la historia migratoria, las circunstancias y los desafíos de cada estudiante.
“Actualmente, aquí (en el salón de clase), hay nueve países latinos representados y uno aprende de las cosas que comen, las palabras que usan en su casa, algunas de las actividades que hacen, cosas culturales que ellos tienen, como el aprecio a su familia. Conocerlos genera un sentido de comunidad, y aunque tenemos que enseñar el curriculum, para mí es importante conocerlos desde que entran a la puerta, porque uno se da cuenta si tienen un mal día, si están mentalmente agotados, si durmieron mal o en general, si tienen un problema que no les permite pensar en clase”, dijo.
Para el educador, a veces un simple consejo o darle unos minutos libres, para que se laven el rostro y vuelvan al salón de clases u otra muestra de empatía, puede ser la diferencia en el día del estudiante y en su entendimiento en clase.
En su aula, el español no solo es un idioma, sino también es la puerta a nuevas culturas. Por eso, para asegurarse de tomar en cuenta todas las culturas latinas, en su salón de clases, hay un poco de cada país. Su bandera, el nombre de los países, dibujos, caricaturas y más.
“Conmigo los estudiantes aprenden cómo pueden comunicarse con las diferentes culturas latinas. Es una experiencia enriquecedora para ellos y para mí”, dijo.
Ha llevado el español a más de 10,000 estudiantes
Además de educador, Garry sirve como pastor de la iglesia First Missionary Baptist Church en Concord, en donde ha tenido la oportunidad de enseñar español a adultos. Estima que ha podido enseñar el idioma a más de 10,000 estudiantes. Actualmente, tiene 170 alumnos en Oaklawn Language Academy.
Por su dedicación y compromiso, Morrison fue reconocido por el Sistema Escolar de Charlotte Mecklenburg durante el Mes de la Herencia Hispana. Este reconocimiento busca resaltar su trabajo en el aula y su papel como embajador cultural, en un contexto donde es necesaria más comprensión y conexión con los estudiantes latinos.
Orgulloso de sus raíces latinas, espera que sus estudiantes también puedan encontrar amor en el español y en una vocación, que directa o indirectamente esté conectada con este idioma.
“Quiero que mis estudiantes no solo aprendan el idioma, sino que también se sientan orgullosos de su herencia y que vean el español, no solo como un curso más, sino como una oportunidad para tener un impacto en la vida de otras personas”, dijo
Garry resalta que seguirá sembrando las semillas del conocimiento y la comprensión del Español, y aunque actualmente ama enseñar a adolescentes, sueña con poder incluir a esta labor, el dar clases a alumnos universitarios y trabajar en la parte administrativa del sistema escolar, en donde, asegura, es necesario más personal bilingüe, ante un número de estudiantes latinos cada vez mayor.