Mellisa Wheeler se siente afortunada porque continúa aprendiendo y ayudando a pacientes en el Instituto de Cáncer Levine de Charlotte. Ese fue el camino que escogió hace 30 años y que hoy en día beneficia a miles de personas.
Pasión por ayudar a otros
Mellisa nació en Jackson Township, Nueva Jersey. Es la menor de cuatro hermanos e hija de una madre soltera. Relata que desde pequeña vio los esfuerzos de su mamá para darle todo lo que necesitaba y esto la llevó a preguntarse: “¿Qué hace la gente cuando no tiene recursos?”.
"Siempre he intentado cuidar de otras personas, pero supe que no podía ser médico, porque no estaba interesada en la salud de esa forma, sino en el cuidado de la persona en su totalidad: mente, cuerpo, espíritu y el poder cuidarla de principio a fin. Desde el comienzo del diagnóstico, cuando están asustadas y no tienen recursos, y a lo largo del camino, en el cual uno puede ayudarlos a aumentar su confianza para que obtengan mejores resultados", contó a La Noticia.
Siguiendo esta ruta, luego de culminar la secundaria, estudió Trabajo Social en la Universidad del Sur de Florida, y obtuvo una maestría en Administración de Salud en la Universidad de Ohio.
“En Charlotte es que hay muchas brechas”
Fue en 1995 cuando el trabajo social se convirtió en el pan de cada día de Mellisa, y fueron días llenos de sorpresas y aprendizajes que terminaron por enseñarle la importancia de la equidad en la salud. En especial cómo un tema de prevención y detección temprana del cáncer. Por eso, tras recibir el cargo de directora de Disparidades y Alcance en el Instituto de Cáncer Levine, el cual pertenece a Atrium Health, comenzaron sus interminables jornadas para dar con posibles soluciones.
“Quería mejorar el acceso a la salud para aquellas comunidades que enfrentan dificultades como la falta de recursos y que por ello no estaban recibiendo la atención que se merecen. Llevo 14 años trabajando en esto, porque lo primero que vi en Charlotte es que hay muchas brechas y muchas áreas que tenían que mejorar a través de programas, exámenes y la educación”, contó.
Asegura que fueron días, semanas y meses sin descanso. “Me era difícil pensar en temas como vacaciones porque me preocupaba irme y que en ese tiempo las personas no tuvieran lo que necesitaban. Podría decirse que hice el sacrificio de estar casi siempre presente porque la recompensa era mayor, era ayudar a la persona a que tuvieran resultados saludables”.
Melissa cuenta que a través de los programas del Instituto de Cáncer Levine anualmente apoyan a más de 40,000 personas con clases, orientación en la navegación sobre recursos disponibles, exámenes de detección temprana, eventos comunitarios, entre otras actividades coordinadas junto a un Consejo Asesor de Minorías, quienes buscan brechas en la comunidad y luego diseñan formas de llegar a diferentes poblaciones.
En 10 años cambió la vida de casi 20,000 personas
Durante su gestión, en el 2014 el Instituto de Cáncer Levine comenzó un programa de detección temprana de enfermedades en el condado de Mecklenburg. Este fue replicado en 23 condados diferentes debido a su éxito y en los últimos 10 años permitió que más de 19,554 personas sean examinadas y se encontraron cerca de 336 pacientes con diferentes tipos de cánceres.
Para Mellisa Wheeler, cada examen de detección temprana es una oportunidad para cambiar la vida de las personas. Ya sea buscando formas de luchar contra el cáncer, como darle esa sensación de alivio, de saber que no tiene la enfermedad.
“Recuerdo cuando una colega trajo a una participante latina que estaba llorando mucho y compartió lo que sentía y cómo la vida le cambió gracias a la prueba de detección temprana y que pudo recibir el tratamiento que necesitaba y ahora está sana… También una latina que estaba petrificada de hacerse una biopsia, estuvimos hablando por teléfono durante casi dos horas hasta que llegamos al punto de que se atrevió a hacerla y luego estuvo aliviada al descubrir que no tenía cáncer. Son historias que me recuerdan la importancia de llegar a cada persona y darle lo que necesita”, comentó.
Mellisa explicó que este programa no solo se limita a la detección temprana del cáncer, sino también de las necesidades que pueda tener la persona para su recuperación.
Creó un programa dirigido a latinas sobrevivientes de cáncer
Otra estrategia de detección temprana del cáncer, fue a través del Proyecto Rosa, el cual se especializa en mamografías gratuitas. Y algo que llamó la atención de Mellisa fue que el 67 % de las mujeres que utilizaron este servicio eran latinas. Ante tal panorama, diseñó una forma de brindar educación, evaluaciones y apoyo con recursos adaptados a esta cultura. Lo hizo por medio de Renacer.
“Es un programa de apoyo comunitario a sobrevivientes de cáncer y a sus familias donde toda la programación ocurre en la comunidad latina y solo el año pasado alcanzó a más de 2,800 participantes que asistieron a las actividades y aprendieron cosas como alimentación saludable, actividad física, clases de cardio, salsa, bachata, biblioterapia, entre otras”, explicó.
En su experiencia es la comunidad quien sabe lo que necesita, por eso parte de su trabajo es darle un espacio en la mesa a los latinos.
“Todo el mundo merece ser visto, cuidado y amado. Todos y mi consejo a la comunidad latina es que no tengan miedo de hacer preguntas. A menudo vemos personas que temen a las facturas médicas y por eso no buscan ser atendidos, pero hay equipos que están comprometidos a ayudar y a buscar soluciones a los problemas”, añadió.
Excelente Awards
Mellisa Wheeler es ganadora de los Premios Excelente 2024 en la categoría Persona no latina más solidaria con la comunidad latina del Año.
Este premio será entregado en una elegante gala que se celebrará el sábado 28 de septiembre a partir de las 6:00 p.m. en el hotel Hilton Charlotte Uptown, ubicado en 222 E. 3rd St. Charlotte, NC 28202. Para comprar sus entradas, visite la página de Internet: Excelenteawards.com.