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Recientemente la Academia Americana de Pediatría incluyó en sus recomendaciones, dietas y cirugías bariátricas en niños y niñas y adolescentes con obesidad severa. Esta recomendación ha sido fuertemente criticada por los profesionales en el campo de los trastornos de la conducta alimentaria, porque promueve el estigma hacia la obesidad y, puede desencadenar en conductas no saludables en esta población, como, por ejemplo, un trastorno alimentario.

Puede ser confuso para padres y madres sobre cómo atender el asunto de sobrepeso y obesidad con sus hijos e hijas. Quiero compartir algunas reflexiones basadas en mi experiencia y experta en trastornos de la conducta alimentaria.

Peligros de las dietas en niños para bajarlos de peso

La niñez y adolescencia son etapas de desarrollo y crecimiento. Una alimentación balanceada con diversos grupos de alimentos es necesaria para un desarrollo saludable. Las dietas y restricciones en la alimentación promueven experiencias de atracones (p.ej. comer grandes cantidades de comida y sentirse fuera de control), culpa y vergüenza de un proceso básico y necesario como lo es la alimentación.

Criticar a un niño porque está “gordito”

Comentarios negativos hacia la apariencia física y/o patrones alimentarios de un niño/a o adolescente, puede tener un impacto negativo en la auto-estima y desencadenar en un trastorno alimentario.

¿Qué hacer si le preocupa la salud física de su hijo debido al peso?

  • Promover una alimentación regular y balanceada. Se recomienda tres comidas (desayuno, almuerzo y cena) y de 2-3 meriendas al día. El cuerpo necesita alimentarse cada 3-4 horas para mantener un metabolismo sano y activo.
  • Procurar comer en familia para promover un tiempo designado para comer y modelar una alimentación balanceada con diversos grupos de alimentos (p.ej. proteínas, carbohidratos, ensaladas, vegetales, frutas).
  • Procurar actividades físicas de diversión como deporte o alguna otra actividad del disfrute, como jugar en un parque, entre otras.
  • No categorizar la comida como buena o mala. Toda comida es buena, con la frecuencia y porciones adecuadas.
  • No premiar o castigar a los hijos con la comida. Comer es una necesidad básica y necesaria para que nuestro cuerpo funcione bien.
  • Evitar controlar la cantidad de calorías que van a consumir. Mirar las calorías puede desencadenar en obsesiones y posiblemente en un trastorno alimentario.

Salud por sobre la apariencia 

Cada persona es única, con cuerpos diversos. Necesitamos demostrarles a nuestros hijos que su valor como persona no está atado a la apariencia física, sino a sus valores y sentimientos y apreciar todas las cosas que podemos hacer gracias a nuestro cuerpo.

Si tiene alguna preocupación y no sabe cómo manejarlo, es recomendable que pregunte a un profesional de la salud. Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría