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¿Qué pedirle en oración a la Virgen de la Asunción?
Retablo y pinturas en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Wamba, Valladolid. Foto: ©David Andres / Adobe Stock

Cada 15 de agosto la Iglesia celebra la solemnidad litúrgica de la Asunción de la Virgen María, día especial para brindarle una oración.

Homenajear a la Virgen de la Asunción se instauró en 1950 por el Papa Pio XII. Su fiesta recuerda la muerte, resurrección y ascensión de la Virgen María, cuando terminó su peregrinación en la tierra. Su elevación en cuerpo y alma a los cielos la llevó a ocupar una nueva labor como mediadora entre Dios y los hombres.

En diversos países varía el nombre de la advocación de la Virgen de la Asunción. También se le conoce como Virgen de los Reyes de Sevilla, Virgen del Sagrario en Toledo, Virgen de la Paloma en Madrid, Virgen de Begoña en Bilbao, entre otras.

En Latinoamérica la Virgen de la Asunción se recuerda en Colombia, México, Guatemala, Nicaragua y Paraguay. Este último, cuya capital es Asunción, tienen a la virgen como patrona.

Como madre de Dios no existe límites en el tipo de peticiones que recibe la Virgen de la Asunción. Ella recibe las súplicas de sus fieles e intercede por ellas ante Dios.

Oración a la Virgen de la Asunción

Virgen Inmaculada,
Madre de Jesús y Madre nuestra,
creemos en tu asunción triunfal al cielo,
donde los ángeles y los santos te aclaman como Reina. 

Nos unimos a ellos para alabarte
y bendecimos al Señor que te creó
sobre todas las criaturas. 

Te ofrecemos nuestra devoción y amor,
Santísima Madre.

Estamos seguros de que conoces
todos nuestros esfuerzos y necesidades diarias,
de que velas por dales una rápida solución
y nos consuela de la fe en la resurrección venidera. 

Esperamos en ti, que eres, nuestra vida,
nuestra dulzura y nuestra esperanza,
para que después de esta vida terrenal,
nos conduzcas y muestres a Jesús,
fruto bendito de tu vientre,
oh santa, oh piadosa, oh dulce Virgen María. 

Amén 

Oración a María Asunta

Oh María Inmaculada Asunta al cielo,
tú que vives bienaventurada en la visión de Dios:
de Dios Padre que te hizo alta criatura, de Dios Hijo que quiso
ser generado como hombre por ti y tenerte como madre,
de Dios Espíritu Santo que en ti realizó la concepción humana del Salvador.

Oh María purísima, Oh María dulcísima y bellísima,
Oh María, mujer fuerte y reflexiva, Oh María, pobre y dolorosa,
María, virgen y madre,
mujer humanísima como Eva, más que Eva;
cercana a Dios en tu gracia, en tus privilegios,
en tus misterios,
en tu misión, en tu gloria.

Oh María asunta a la gloria de Cristo en la perfección completa
y transfigurada de nuestra naturaleza humana.
Oh María, puerta del cielo,
espejo de la Luz divina,
santuario de la Alianza entre Dios y los hombres,
deja que nuestras almas vuelen tras de ti
deja que se eleven tras tu radiante camino
transportadas por una esperanza que el mundo no tiene, la de la dicha eterna.

Consuélanos desde el cielo, oh Madre misericordiosa,
y por tus caminos de pureza y esperanza guíanos un día al encuentro feliz contigo
y con tu divino Hijo nuestro Salvador Jesús.

¡Amén!
(San Pablo VI)

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com