Así como mayo es el mes de la Virgen María, octubre es el mes del rosario dedicado a la Virgen del Rosario, y por eso te traemos esta bella oración.
¿Cuándo es el día de Nuestra Señora del Rosario?
La fiesta a Nuestra Señora del Rosario se celebra el 7 de octubre.
¿Por qué octubre es el mes del Rosario?
La historia de esta advocación mariana cuenta que en el año 1208 la Virgen María se le apareció al presbítero Domingo de Guzmán en una capilla de un monasterio de Francia. Ella portaba un rosario en sus manos y le enseñó a Guzmán cómo rezarlo. Pero además le pidió que debía propagar el rezo como una tradición en su honor y a cambio hizo algunas promesas.
Guzmán hizo lo que la Virgen le pidió y enseñó a los soldados que se preparaban para la Batalla de Muret, en la que salieron triunfantes. De ahí creció la fe en la Virgen María, pero un tiempo después la imagen divina hizo una nueva aparición al Beato dominico Alano de Rupe, a quien le pidió lo mismo que a Guzmán y tras el mismo resultado, salieron airosas las tropas católicas en la Batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1578.
Las muestras de fe impulsaron al papa Pío V a instalar el 7 de octubre dentro del calendario litúrgico, la celebración de Nuestra Señora del Rosario, que inicialmente se llamó Nuestra Señora de las Victorias. Más tarde, León XIII consagró todo el mes de octubre a la Virgen del Rosario.
¿Cuáles son las 15 Promesas de la Virgen del Rosario o Promesas del Rosario?
Alano de la Rupe escribió el libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), donde relata cómo la Virgen pidió a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.
También recoge las 15 Promesas que hizo la Virgen del Rosario al pedir el rezo en su honor:
- Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
- Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
- El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
- Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas.
- El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
- Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
- Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
- Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
- Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
- Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
- Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
- Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
- Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
- Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
- La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
Oración a la Virgen del Rosario
Santísima Virgen del Rosario:
Amada por Dios desde toda la eternidad, viniste al mundo llena de gracia y sin la más ligera sombra de pecado para ser Madre de Jesús y Madre nuestra. Cuando el ángel te saludó en nombre de Dios, respondiste sí a la invitación divina, y el Verbo se hizo carne en tu seno virginal. Desde entonces comenzaste a vivir en íntima comunión con Él los misterios todos de su vida, y te convertiste en Nuestra Señora del Evangelio, de la Redención y de la Gracia.
Junto a la Cruz bebiste con tu hijo Dios el cáliz amargo del dolor y unida a Él mereciste para todos los redimidos la vida eterna. El Espíritu Santo descendió en Pentecostés nuevamente sobre Ti y te consagró Madre de la Iglesia. Coronada ahora en el Cielo como Reina y como Madre de todo lo creado. Tu corazón continúa aquí en la tierra. En Él confiamos.
Madre del Rosario acércate aún más a nosotros. Te pedimos por los que no tienen fe o rechazan tu luz. Por los que no tienen pan, los enfermos y por los sanos. Por los que viven angustiados o sufren sin esperanzas. También por los hogares que se elevan y por los hogares que amenazan ruinas.
Santifica y fortalece al Papa, el dulce Cristo en la tierra, a los Obispos y sacerdotes, a todos los llamados a seguir más de cerca de Jesucristo. Enciende en sus corazones un fuego que jamás se extinga.
Madre del Rosario, únenos a Ti en la tierra y llévanos contigo al Cielo. Así sea.
Otras oraciones para pedir a la Virgen del Rosario
Santa María, Madre Nuestra
que en cada misterio del santo rosario
nos brindas al Salvador.
Acudimos a ti necesitados.
Nos alegramos que desde la cruz
el Señor te haya encomendado la misión
de acercarnos a Él y a su Iglesia
por la conversión y la penitencia.
Alentado por la confianza que nos inspiras
ponemos en tus manos maternales
nuestras preocupaciones y temores.
Pero, deseamos imitar tu fidelidad a Dios
aceptando con amor y humildad
todas las pruebas.
Madre Nuestra del Rosario
que tu presencia renueve nuestra vida,
alivie nuestro ser agobiado por
sufrimiento y la enfermedad,
sostenga nuestra docilidad a la gracia
y fortalezca nuestro Amor a los demás,
convirtiéndonos así en testigos del amor
del Padre que no vaciló, por tu intermedio,
en darnos a Jesús.
Amén.
Oraciones cortas para pedir a la Virgen del Rosario
Virgen del Rosario,
Madre nuestra,
eres esperanza,
ternura, luz y fe,
rezando tu Santo Rosario
logro encontrar consuelo a mi dolor.
Perdona mis pecados
y si en algo estoy fallando,
suplico a Dios que me conceda
vivir alabándote eternamente.
Amén.
¡Oh Santísima Virgen del Rosario!
que difundes los tesoros
de la misericordia celestial,
protégenos de todo mal,
de la arrogancia
y purifica nuestras vidas.
Virgen del Rosario,
queremos vivir siempre
bajo tu ayuda maternal
y tu eterna protección,
que tu pureza purifique
nuestras almas.
Amén.
También puedes rezar la Novena a Nuestra Señora del Rosario.