El Sagrado Corazón de Jesús es una de las devociones más importantes en la tradición católica. Representa el amor divino y la misericordia de Cristo hacia la humanidad. Esta devoción incluye una serie de promesas hechas por Jesús, conocidas como las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús.
¿Qué representa el Sagrado Corazón de Jesús?
Su imagen es una representación simbólica del amor infinito y compasivo de Jesucristo por la humanidad. Generalmente, se muestra como un corazón radiante, rodeado de llamas, coronado de espinas y atravesado por una lanza, que simboliza el sacrificio y sufrimiento de Cristo para limpiar los pecados del hombre. Este corazón también está rodeado por una cruz, que representa la redención y el perdón de los pecados.
La devoción al Sagrado Corazón se enfoca en recordar y honrar el amor y la compasión de Cristo. Es una invitación a los fieles a acercarse a Él con confianza y a imitar su amor en sus propias vidas. Esta devoción se ha convertido en una fuente de consuelo espiritual y esperanza para muchos cristianos alrededor del mundo.
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¿Qué son las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús y quién las recibió?
Las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús son un conjunto de promesas reveladas por Jesucristo a Santa Margarita María Alacoque, una monja de la Orden de la Visitación de Santa María, en el siglo XVII. Estas revelaciones ocurrieron en Paray-le-Monial, Francia, entre 1673 y 1675.
Santa Margarita María recibió estas visiones en las cuales Jesús le mostró su corazón y le comunicó su deseo de que la humanidad honrara y se consagrara a su Sagrado Corazón. Como parte de estas revelaciones, Jesús le hizo doce promesas específicas a aquellos que adoptaran esta devoción y vivieran conforme a sus enseñanzas. Estas promesas son una expresión del amor misericordioso y la gracia que Cristo ofrece a todos los que se acercan a Él con fe y devoción.
¿Cuáles son las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús?
Estas son las 12 Promesas del Sagrado Corazón de Jesús, tal como fueron reveladas a Santa Margarita María Alacoque:
- A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.
- Daré la paz a las familias.
- Las consolaré en todas sus aflicciones.
- Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.
- Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
- Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
- Las almas tibias se harán fervorosas.
- Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
- Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
- Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
- Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
- A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.
Recibir estas promesas tienen sus condiciones
Junto con los ofrecimientos, Jesús pidió que se cumplieran tres condiciones para hacerse digno de alcanzar sus promesas:
- Recibir sin interrupción la sagrada Comunión durante nueve primeros viernes consecutivos.
- Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
- Ofrecer cada sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.