Aunque, como muchos, he estado trabajando en casa durante los últimos ocho meses, todavía puedo interactuar con la gente. Gracias a la tecnología moderna, mis presentaciones a grupos han continuado. Como resultado, surgen preguntas sobre nuestra economía futura, especialmente sobre una posible crisis económica.
Lamentablemente, detecto mucho miedo y preocupación en las preguntas sobre nuestro futuro económico. Siempre trato de ser honesto en mis respuestas, pero a veces solo mirar las preguntas desde un punto de vista diferente ayuda a la gente.
Así que aquí presentaré mis respuestas a cuatro de las preguntas que me han hecho recientemente. Dejaré que decidas si mis respuestas disipan tus miedos o no. De cualquier manera, espero que mis respuestas les proporcionen información útil y una perspectiva sólida para mirar nuestro futuro incierto.
¿Será la economía alguna vez la misma?
La respuesta corta es “no”. La mayoría de los expertos piensan que la pandemia del COVID-19 ha cambiado permanentemente nuestra economía de varias maneras. Una forma es reemplazar la interacción en persona con la interacción remota. Hemos visto cómo el trabajo a distancia, la educación a distancia y la medicina a distancia se expandieron durante la pandemia.
Si bien cada uno tiene ventajas y desventajas, la predicción es que la interacción remota permanecerá con nosotros en niveles mucho más altos que antes de la pandemia.
También veremos cambios permanentes en los servicios que aún requieren interacciones personales. Siempre que sea posible, estas interacciones se minimizarán. Los registros del hotel se realizarán con una máquina y gran parte de la limpieza del hotel se realizará con robots.
De hecho, será un boom para la producción de robots después de la pandemia, ya que reemplazarán a las personas en muchos contactos personales. Mi primer trabajo manejando una freidora en McDonald's probablemente lo hará pronto un robot.
¿Se avecina una gran crisis económica?
A muchos de los que me contactan les preocupa que la pérdida de puestos de trabajo y el gran salto en la deuda nacional pronto harán que la economía caiga en picada. Les preocupa que la recesión que hemos tenido este año se convierta en una profunda depresión en los próximos años.
Déjenme abordar la parte del trabajo primero. El total de empleos en el estado hoy en día todavía está un 7 % por debajo de su nivel al comienzo del año. Sin embargo, esto es mucho mejor que el 17 % de déficit en el empleo que tuvimos en abril. Por lo tanto, hemos avanzado. Espero que el progreso continúe, pero habrá dos problemas:
El ritmo de creación de puestos de trabajo será lento. Eliminar el 7 % restante del déficit laboral probablemente tomará un año o más. En segundo lugar, los trabajos que regresan no serán todos iguales a los que se perdieron. Necesitaremos una cantidad considerable de tiempo y dinero para la readaptación de los trabajadores. Cuanto más rápido logremos este reentrenamiento, mejor estaremos.
El gobierno federal ha agregado $3 billones (trillion en inglés) a la deuda nacional durante la pandemia. Afortunadamente, con las tasas de interés en mínimos históricos, hacer los pagos de la deuda no debería ser un problema. Sin embargo, esto no significa que el préstamo no tendrá costos.
El dinero pagado por la deuda nacional es dinero que podría haberse utilizado de otra manera. Los beneficios potenciales de esos usos alternativos son un costo. Algunas investigaciones económicas sugieren que un mayor endeudamiento hoy da como resultado un crecimiento económico más lento en el futuro. Sin embargo, es poco probable que se produzca una “crisis” económica importante.
¿Cuándo volverá la economía a la normalidad?
Los economistas han llegado a un acuerdo sorprendente sobre esta cuestión. Al comienzo de la pandemia, hubo consenso en que la recesión económica resultante sería profunda pero breve, y la recuperación inicialmente sería fuerte pero luego mucho más lenta. De hecho, este pronóstico parece estar bien encaminado.
En el segundo trimestre (abril, mayo, junio), la economía se contrajo 9 % (33 % sobre una base anualizada). Luego, en el tercer trimestre (julio, agosto, septiembre), la economía se recuperó un 7 % (31 % sobre una base anualizada). Pero los indicadores avanzados, como el aumento del empleo, sugieren fuertemente que la tasa de crecimiento del cuarto trimestre será mucho más lenta, del 1%, y esta tasa más lenta continuará durante el 2021.
Estas cifras indican que la economía no volverá a su tamaño anterior a la pandemia hasta el final del 2021 o principios del 2022.
¿Mejorará o empeorará la economía de Carolina del Norte después de la pandemia?
La recuperación económica de Carolina del Norte de la pandemia seguirá a la de la nación. Para ambos serán cruciales dos factores relacionados con el virus: nuestra capacidad para contener y abordar el aumento repentino del virus en el invierno, y la aprobación y distribución de vacunas.
Los contratiempos en cualquiera de los dos, como el renovado cierre de empresas o los problemas para conseguir una vacuna eficaz, retrasarán la recuperación económica en el país y en Carolina del Norte.
En la economía posterior a la pandemia, espero que el crecimiento de Carolina del Norte continúe superando el crecimiento económico nacional. Creo que nuestras áreas metropolitanas vibrantes, aunque menos densas, serán atractivas para los hogares y las empresas en el noreste urbano, así como para las ciudades del sureste como Atlanta, que están preocupadas por virus futuros y su rápida propagación en áreas con mucha gente.
Con la industria textil aún importante de nuestro estado y nuestro importante sector farmacéutico, veo nuevas oportunidades comerciales relacionadas con la reconstrucción del sector de suministros médicos nacionales (batas, máscaras, tratamientos farmacéuticos).
Además, si las empresas de todo el país reconfiguran sus cadenas de suministro para reducir la dependencia internacional, podría haber nuevas posibilidades para el amplio sector manufacturero de Carolina del Norte.
Recientemente le dije a un grupo que el 2020 será recordado como un punto de inflexión en nuestra historia de muchas maneras: social, cultural y económicamente. Cuando pasemos este año, cada uno de nosotros tendrá que decidir adónde nos llevaron los puntos de inflexión.