Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) anunciaron el 17 de diciembre una nueva política que permite ir a clases a los niños y adolescentes expuestos al COVID-19 si no se han vacunado por completo.
Antes de este cambio, los estudiantes del sistema escolar K-12 tenían que permanecer en cuarentena si habían estado en contacto cercano a un infectado con COVID-19.
Sin embargo, los CDC han modificado el protocolo a través de una nueva práctica denominada "Test-To-Stay" (TTS); en español: "Hacerse la Prueba para Quedarse".
¿Qué es la práctica "Test-To-Stay"?
La práctica consiste en aplicar pruebas continuas de COVID-19 a los niños y adolescentes que no hayan completado su esquema de vacunación.
Si su resultado al contagio es negativo pueden seguir asistiendo a clases.
"Las escuelas pueden considerar el uso de TTS para minimizar el impacto de la cuarentena y limitar las ausencias escolares después de una exposición al SARS-CoV-2 en el entorno escolar K-12",
expresaron los CDC en su sitio web.
Los estudiantes que enfermen de COVID-19 aún tendrán que permanecer en casa bajo la nueva política.
Otras medidas que siguen vigentes para evitar los contagios son:
- Mantener 3 pies de distancia entre estudiantes dentro del salón de clases.
- Los niños de dos años de edad en adelante, adolescentes y personal de la escuela que aún no estén vacunados completamente deben usar mascarillas.
- Debe haber buena ventilación en las instalaciones escolares.
- Se recomienda mantener la higiene de las manos.