En la Ciudad de México, existen grupos de baile que llaman la atención de los turistas, son un grupo de danzantes que suelen reunirse en las inmediaciones de Centro Histórico y que al ritmo de tambores o caracoles realizan distintos movimientos para honrar a las deidades.
¿Qué son los danzantes aztecas y por qué les dicen ‘concheros’?
Esos grupos son llamados danzantes aztecas o "concheros", realizan rituales y bailes para honrar la memoria de los pueblos que vivieron en la gran Tenochtitlán en el pasado. Sus atuendos están hechos con telas, hilos dorados, plumas, conchas de mar y otros aditamentos.
La palabra "conchero" hace referencia a un instrumento musical con el que se acompañan sus danzas rituales, es un artefacto parecido a una mandolina y está hecha con el caparazón de un armadillo u otro animal con una estructura parecida.
Los “concheros” suelen utilizar instrumentos prehispánicos como el huehuetl , el teponaztli, el ayacachtli y los ayoyotes, los cuales son tocados durante las danzas y le dan un toque especial a estos danzantes.
Los adornos que portan llevan finos tocados de plumas o penachos, diminutas piezas de tela con diseños brillantes o dorados y las conchas sirven para darle más vistosidad a los bailes.
Los bailes honran a las estaciones del año y distintos Dioses
Por otra parte, las bailarinas usan huipiles, también usan pintura corporal en su apariencia y esto lo hacen para representar a los Dioses o animales que comúnmente honran.
Los pasos de baile que realizan tienen distintas rutinas, comúnmente danzan alrededor de alguien encargado de llevar el ritmo. Hay danzas que reflejan la dualidad de la cultura azteca, la noche, el jaguar y la tierra, las cuales suelen hacerlas mujeres.
En cambio, los hombres suelen representar el día, el águila y el agua en las diferentes danzas que realizan. Casi todos los bailes son en círculo y el objetivo crear un vínculo con el cosmos.
Algunos otros bailes están dedicados a la cosecha, fertilidad, a la muerte, tierra, fuego y agua, todo depende las estaciones y los movimientos que haya de la luna y el sol.
El lugar más común para ver a estos danzantes es la plancha del Zócalo en la Ciudad de México, a las afueras del Museo Nacional de Arte (Plaza Tolsá), el Museo del Templo Mayor y La Villa.
Así también, estos danzantes se han trasladado a distintas partes del país como Beverly Hills, New York, Chicago y otras ciudades donde hay gran presencia latina, para promover y fomentar una tradición prehispánica que data desde hace siglos.