El gobernador de Carolina del Sur promulgó este jueves una ley antiaborto que prohíbe la mayoría de estas prácticas. Pero un grupo en contra frena su puesta en marcha.
Esta medida era una de las principales prioridades del estado desde hace más de cuatro años. Sin embargo, la organización Planned Parenthood interpuso inmediatamente una demanda impidiendo que la ley entrara en vigor.
Los objetivos de la ley antiaborto de Carolina del Sur
La llamada “Ley de protección del latido del feto de Carolina del Sur” es similar a leyes de restricción del aborto que han aprobado anteriormente una decena de estados. Todas están atascadas en los tribunales. La ley federal, que tiene prioridad sobre la ley estatal, permite actualmente el aborto.
“Hay un montón de corazones felices latiendo en toda Carolina del Sur en este momento”, proclamó el gobernador republicano Henry McMaster.
La cámara baja estatal aprobó el proyecto de ley por 79 a 35 el miércoles, después de horas de testimonios emotivos de partidarios y opositores, y dio la aprobación final el jueves.
Momentos después de la segunda votación del jueves, Planned Parenthood anunció que estaba entablando su demanda. La llamada “Ley de Latido Fetal y Protección contra el Aborto en Carolina del Sur” es “descaradamente anticonstitucional”, sostuvo Jenny Black, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood South Atlantic.
Quienes se oponen al aborto tratan de llevar el caso ante la Corte Suprema con la esperanza de que —al contar con tres jueces asignados por el expresidente republicano Donald Trump— el máximo tribunal revierta el fallo Roe v. Wade, una decisión de 1973 que respalda los derechos al aborto.
Black subrayó que la Corte Suprema determinó previamente que interrumpir el embarazo es legal hasta que un feto es viable fuera del útero, meses después de que pueda ser detectado un latido.
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