Muchas mujeres acuden con terapeutas de pareja pidiendo consejos sobre sus relaciones. Su principal preocupación es si su pareja tiene las cualidades y características necesarias para convertirse en un buen esposo, asegura la terapeuta Moshe Ratson.
Según la experiencia de Ratson, cada individuo tiene gustos, valores, prioridades y preferencias diferentes. “Sin embargo, hay cualidades generales de un buen esposo que hacen que un hombre sea más atractivo, deseable y un compañero de vida más exitoso”. Aquí las principales:
Un buen esposo muestra lealtad y honestidad
Un buen esposo es leal a su esposa. Nunca la deja sentir que no es lo suficientemente buena para él. Un hombre honesto es un marido en quien se puede confiar. Decirle la verdad a su esposa, no esconderle cosas e involucrarla en todos los aspectos de su vida le hará ganar su confianza y le asegurará que gane el respeto y honestidad de su parte.
Está dispuesto a ceder
Un hombre que quiere que su relación funcione está dispuesto a ceder. Habrá ocasiones en las que la pareja sacrifique su propia posición para hacer feliz al otro. La pareja debe aprender a ser capaz de comprometerse y proponer soluciones en las que ambos puedan estar de acuerdo.
Tiene un buen sentido del humor
Las mujeres se sienten más atraídas por los hombres que pueden hacerlas reír. Un buen hombre sabe cómo conservar a su esposa y qué decir para animar a su esposa cuando se siente deprimida. Un buen sentido del humor hace la vida más llevadera y por supuesto, más divertida.
Respeta las opiniones y creencias de su pareja
Un buen esposo respeta a su esposa con sus opiniones y creencias. Comprender, aceptar y respetar el hecho de que su esposa sigue siendo un ser separado, que tiene ideas, sueños y opiniones diferentes, es importante en un matrimonio. Ambos deben respetar los deseos y necesidades del otro y nunca obligar al otro a renunciar a sus propios sueños para seguir los suyos.
Un buen esposo sabe jugar en equipo
Un buen esposo sabe jugar en equipo pues una pareja es eso, un equipo. Ser un buen jugador de equipo es vital en un matrimonio. Recordar que no siempre se trata de uno mismo sino que se debe pensar en la otra persona. Al tener hijos, esto se vuelve aún más importante pues ahora los dos serán los encargados de educar, cuidar y encaminar a los pequeños de la casa.
Evita juzgar al otro
Un buen hombre nunca juzga a su esposa por sus defectos. La regla de oro en todos los matrimonios es que deben caminar una milla en los zapatos de otra persona para saber por lo que están pasando antes de juzgarlos. Siempre deben tratar a su cónyuge de la manera en que desean ser tratados, es decir, con amor y respeto. Un matrimonio feliz requiere bastante trabajo de ambas partes pero sí es posible.