Reducir el consumo de azúcar añadida es un paso importante en la lucha contra la diabetes. Los niños y adolescentes son un foco principal en esta tarea de comida más saludable.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), es posible seguir algunos esfuerzos para reducir el consumo de azúcar añadida. Los principales riesgos que se aseguran sin estas medidas son:
- Colesterol malo elevado.
- Aumento de triglicéridos.
- Colesterol bueno en caída.
- Riesgos de padecer diabetes tipo 2.
Revisar las etiquetas antes de comprar
Los productos procesados, especialmente las bebidas, poseen una gran cantidad de azúcar agregada. En las etiquetas esta porción debe estar detallada y usted no puede pasarla por alto. La Organización Mundial de la Salud establece un límite de 25 gr. de azúcar por día, lo que equivale a unas 6 cucharadas.
En los niños es muy importante llevar este control y evitar que se extralimiten. Y si son menores de 2 años evitar cualquier alimento o bebida con azúcar agregada.
Los nombres con los que podrá reconocer el azúcar o sustitutos en las etiquetas son:
- azúcar morena,
- endulzante,
- almíbar de maíz,
- fructosa,
- glucosa,
- almíbar de maíz,
- miel,
- lactosa,
- almíbar de malta,
- maltosa,
- molasas,
- azúcar crudo
- y sacarosa.
Bebidas saludables
Evitar las sodas, té fríos con azúcar, café endulzados, jugos artificiales y bebidas deportivas. Nada más saludable que el agua y en los desayunos la leche en lugar de jugos.
Cuidado con el jugo de frutas comercial
Los jugos procesados poseen un alto porcentaje de azúcar. Incluso los que dicen ser 100% son de gran aporte calórico y glicémico.
Más frutas
Las frutas tienen su aporte de azúcar a través de la fructosa. Comer fruta entera en los desayunos, meriendas y hasta en la cena es un hábito saludable que evitará el consumo de otros alimentos que son altos en azúcar.