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Las tensiones sociales están escalando peligrosamente hacia el lado de la violencia
Con las tensiones sociales escalando hacia la violencia, debemos trabajar para cambiar nuestro entorno, motivados por el amor, no con odio.

A mediados de junio un pequeño grupo de manifestantes intentaba derribar la estatua de Juan Oñate, un colonizador español, fuera de un museo en Albuquerque, Nuevo México. En ese momento los manifestantes se enfrentaron contra otro grupo que defendía la estatua, entre ellos, miembros del grupo armado autodenominado Guardia Civil de Nuevo México, quienes se han dado a conocer por perseguir y arrestar sin ninguna autorización a inmigrantes indocumentados. Las tensiones aumentaron con violencia, hasta que uno de los defensores de la estatua disparó contra los manifestantes.

Según las autoridades locales, Stephen Ray Baca, un hombre de 31 años, quien trataba de proteger la imagen abrió fuego contra los manifestantes, uno de ellos, Scott Williams, sufrió varias heridas de bala en el pecho y fue hospitalizado en condición crítica.

El peligro de los extremos

Desafortunadamente esa es la realidad que se vive en nuestra nación en este momento y se está saliendo de control, como un río desbordado a todas las ciudades. Gente de extrema derecha y de extrema izquierda ya se han decidido por armarse para, según ellos, defender sus derechos.

No cabe duda de que estamos viviendo en un mundo violento, donde a cada momento oímos de muertes, asesinatos, odio, contiendas, y para colmo enfermedades que nunca se habían visto. La falta de orden en todos los ámbitos, tanto en el gobierno, como en las autoridades locales y en la población es evidente.

¿Podemos hacer algo?

Durante estos tiempos como los que vivimos, necesitamos tres cosas: convertirnos en agentes de paz, orar por nuestras autoridades locales y nacionales, además necesitamos inspirar el cambio comenzando con nuestro propio ejemplo.

Primero, reconocemos que hay una gran necesidad de cambios en nuestra sociedad, el problema es que aparecen figuras que prometen que traerán esos cambios, pero si lo hacen por la vía de la violencia, están incitando una batalla campal, no un cambio social. En la Biblia, el profeta Jeremías nos habla de la urgencia de procurad la paz:

Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz. Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis. Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, ha dicho Jehová. Jeremías 29:7-9.

Segundo, es importante que en este tiempo estemos orando y clamando por la paz en la ciudad donde vivimos, incluyendo el país entero, y orar el gobierno y todas las autoridades como nos manda la palabra de Dios:

Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias a Dios por toda la humanidad. Se debe orar por los que gobiernan y por todas las autoridades, para que podamos gozar de una vida tranquila y pacífica, con toda piedad y dignidad. 1 Timoteo 2: 1, 2.

Finalmente debemos trabajar para cambiar nuestro entorno, y debemos hacerlo pacíficamente, motivados por el amor, y no con odio en nuestros corazones.

Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

Por tres décadas ha servido en su ministerio pastoral y en la organización Jesus Ministry. Presidenta de la Federación de Iglesias Cristianas. Autora del libro: El encuentro que me transformó