Luego de tres años de desafíos, tras la pandemia, la educación pública en Carolina del Norte comenzó a fortalecerse a beneficio de los estudiantes, sus familias y los maestros. Sin embargo, hoy una nueva amenaza se cierne en las aulas del estado. No se trata de otra pandemia o un desastre natural, sino de la voluntad política de ciertos legisladores estatales que activamente buscan quitar fondos a las escuelas públicas.
Avances y desafíos en las escuelas públicas
El pasado año lectivo, las escuelas públicas de Carolina del Norte demostraron un paso firme hacia la excelencia educativa. Se registró el mayor número de maestros certificados por la Junta Nacional en todo el país. Por si esto fuera poco, se logró una tasa de graduación del 87 % en el 2023.
Adicionalmente, los estudiantes de las escuelas públicas obtuvieron más de 325,000 credenciales laborales durante el año escolar 2022-2023, preparando a la próxima generación para enfrentar un mercado laboral en constante cambio.
Pese a estos avances, aún queda camino por recorrer. Muchas escuelas sufren de carencias, tanto de personal como de insumos. Por ejemplo, varios sistemas escolares no cuentan con los recursos para reemplazar las computadoras portátiles entregadas a los estudiantes durante la pandemia.
Los latinos siguen marginados
El éxito académico de un alumno depende tanto de la escuela como de cuánto se involucre la familia del estudiante en su proceso de aprendizaje. El problema es que muchas familias latinas encuentran grandes obstáculos, desde la falta de flexibilidad en sus horarios laborales, pasando por el desconocimiento del sistema, hasta las dificultades que enfrentan para comunicarse con la escuela de sus hijos, especialmente si no hablan inglés.
Existe una clara escasez de maestros en las escuelas, a esto hay que agregar una gran necesidad de personal que hable español y falta de representación. Por ejemplo, a pesar de que los latinos son casi un tercio de los estudiantes en el Sistema Escolar de Charlotte Mecklenburg (CMS), solo el 2 % de los maestros son latinos.
Uno de los motivos es la falta de incentivos para el personal bilingüe. Mientras que los trabajadores del condado o de instituciones como los bomberos o la policía reciben un bono por saber un idioma distinto al inglés, en CMS no hay ningún tipo de estímulo. ¿Cómo se piensa retener a trabajadores escolares que pueden ser un puente con las familias latinas?
Una amenaza para las escuelas públicas de Carolina del Norte
Más del 80 % de los niños en Carolina del Norte dependen del sistema de educación pública, sin embargo, en lugar de invertir en nuestras escuelas públicas, varios legisladores republicanos insisten en desviar fondos hacia un programa de vouchers o vales para escuelas privadas, beneficiando desproporcionadamente a las familias más ricas del estado.
Recordemos que las escuelas privadas carecen de la misma rendición de cuentas y regulación que las escuelas públicas.
El plan de la Asamblea General es destinar $460 millones adicionales a las escuelas privadas a través de vales. Este es un claro ataque contra la educación pública. Ese dinero podría, y debería, ser utilizado para incrementar significativamente los salarios de los maestros, modernizar las instalaciones escolares, y proporcionar recursos educativos cruciales que ayuden a todos los estudiantes a prosperar.
En contraposición, el gobernador Roy Cooper, presentó un presupuesto para el Año Fiscal 2024-2025, el cual incluye una inversión de más de $1,000 millones para las escuelas públicas del estado, un aumento salarial del 8.5 % para los maestros, y un bono de retención de $1,500. Estas medidas no solo son necesarias, sino que son una inversión directa en el futuro de Carolina del Norte.
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