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Winston-Salem - Activistas, grupos de fe, y miembros de la comunidad participaron en una serie de actos el 28 de septiembre para apoyar a los tres inmigrantes acogidos en iglesias “santuario” en Carolina del Norte.

Por lo menos un centenar de personas se hicieron presentes en Winston-Salem, donde se realizó una procesión solemne en la Merschel Plaza.

Óscar Zúniga, pastor asistente de la “New Hope United Methodist Church”, dijo: “Estamos aquí para hacer una llamado a las autoridades de Inmigración, y a los políticos para que piensen en las muertes que se registran de inmigrantes por sus acciones contrarias al amor al prójimo”.

Los manifestantes dejaron un ataúd en el Centro de Detenciones del Condado Forsyth, y de allí regresaron a la plaza en el centro de la ciudad.

Los sorprendidos transeúntes a lo largo de la procesión, se mostraron sorprendidos al ver a muchos estadounidenses gritar consignas a favor de los inmigrantes indocumentados en inglés y español.

Mientras tanto en Greensboro, se organizó un servicio funeral y una marcha que terminó en las oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), donde se hizo presente la familia de Juana.

Allí se colocaron varias lápidas con nombres de inmigrantes fallecidos luego de ser deportados, mientras varios oradores hicieron un llamado a las autoridades para tener compasión con estos inmigrantes.

Esto se hizo hoy en apoyo a Juana Luz Tobar Ortega, quien permanece refugiada en la Iglesia Episcopal de San Bernabé; de Minerva Cisneros García y de dos de sus hijos, quienes se encuentran en la Iglesia Congregacional Unida de Cristo; y del pastor José Chicas, quien llegó a Estados Unidos hace casi tres décadas desde El Salvador durante la guerra civil que tuvieron. Sólo pedimos que tengan compasión de nuestra gente que busca un mejor futuro para su familia”, señaló la activista Laura Garduño.