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Raleigh- Obtener una licencia de conducir de Carolina del Norte fue la principal motivación para que el 80 % de los jóvenes inmigrantes en el estado hayan solicitado la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), según concluyó un reporte publicado por “The Latino Migration Project” de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Mejoras laborales y educativas

El informe también indicó que DACA ha tenido un importante impacto en la integración de los inmigrantes en el estado, ya que les ha permitido comenzar o continuar con sus estudios secundarios y universitarios. Por ejemplo, el 59 % de los encuestados aseguró que el beneficio influenció en la decisión de continuar con su educación universitaria en el futuro. Además, el 10 % indicó que finalizaría el GED o regresaría a la escuela secundaria.

De la misma manera, en una pregunta de selección múltiple, el 71 % de los participantes respondió que gracias a DACA encontró trabajo: el 40 % con un buen salario y el 36 % recibió mejores beneficios. El 25 % dijo que el tener DACA no afectó de ninguna manera su situación laboral actual.

Barreras: distancia y costos

No obstante, también se encontraron barreras como los altos costos de la solicitud del programa lo que llevó a que muchos jóvenes no aprovecharan el beneficio. Otro factor es el costo relacionado con el pago por asistencia legal y los honorarios de abogados, “lo que empeora en las familias con múltiples miembros elegibles”, dice el estudio.

“Los inmigrantes que viven en las áreas rurales del estado enfrentaron las mayores barreras”, agrega el documento. “Tienen una capacidad limitada para viajar a las áreas urbanas donde se dan la mayoría de los talleres de DACA”.

Cabe notar que el 55 % indicó que los padres y la familia fueron los que ayudaron a pagar los costos de la solicitud, mientras que el 45 % usó sus propios ahorros y solo el 6 % realizó un préstamo para tal fin.

El estudio

Dado a conocer el 13 de enero, el reporte titulado: “El Programa de Acción Diferida (DACA) en Carolina del Norte. Perspectivas desde los Inmigrantes y las Organizaciones Comunitarias de Base”, de Hannah Gill y Sara Peña, evaluó el impacto del programa en el estado durante los dos primeros años de funcionamiento (2012-14).

La investigación se basó en la elaboración del análisis demográfico, entrevistas y encuestas a jóvenes con DACA, a educadores e inmigrantes en zonas rurales y urbanas del estado, mayormente del Pie de Monte (comprende la zona central y sur del estado) y la Planicie Costera (el Triángulo y la región centro-este y sur este). Igualmente el estudio examinó las estrategias y lecciones aprendidas por las organizaciones de base que implementaron esfuerzos o campañas para ayudarles en el proceso.

 

Comunicadora Social y Periodista colombiana con más de dos décadas de experiencia en producción de televisión, comunicación organizacional y medios impresos. Su trabajo como editora y reportera ha...