Foodtrucks hay muchos en todo Carolina del Norte; sin embargo, La Parrilla es uno que cuenta una historia de lucha y esfuerzo, además que lleva el sabor latino a muchas partes de Winston-Salem.
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Esta cocina andante surgió de la idea de un matrimonio latino integrado por Karina Matute de Venezuela y Gerardo Bedolla de México, quienes se conocieron trabajando en un restaurante y comenzaron a soñar juntos.
"A ella le gusta cocinar, a mí también. Realmente fue algo que nos apasiona mucho la cocina. Además, nos gusta tener contacto con la gente, es lo que a nosotros nos llamó mucho la atención. Muchos amigos nos decían que cocinábamos muy rico, que por qué no hacíamos algo",
comentó Gerardo en entrevista para La Noticia.

Durante sus horas de descanso vendían la comida que preparaban a sus compañeros de trabajo, la cual preparaban en la madrugada, pues tanto era el éxito que tenían que llevar bastante volumen para complacer a sus clientes.
"Empezamos con arepas venezolanas, las llevábamos calentitas, con su salsa, con carne mexicana, pero la arepa que viene siendo de harina, era venezolana, y así empezamos",
contó Gerardo.
Posteriormente, comenzaron a llevar pollo con arroz, frijoles, tacos dorados y otros platillos, vendiendo en diferentes lugares donde los trabajadores necesitaran alimentarse. Con el éxito fue que comenzó a tomar fuerza la idea.
"Nos decían 'oye, está muy rico, no dejen de vender' y empezamos a plantear el comprar un camión, teníamos un dinerito guardado de los dos, y empezamos a trabajar un poquito más fuerte en el tema de ahorrar y trabajar horas extras para juntar el dinero y comprar el foodtruck".
"Yo estaba haciendo delivery y ella trabajaba en un restaurante mexicano de mesera, y realmente yo me desesperaba porque a veces no había muchas propinas, ella a veces salía muy cansada del trabajo, no había muchas propinas, pero seguimos ahorrando y se logró lo de camión".
contó el chef mexicano.

Una vez que tuvieron el camión pensaron que comida vender y se decidieron por los tacos, ya que la mayoría de sus clientes es lo que más consumen; sin embargo, el sazonador fue lo que hizo que fueran muy diferentes a otros puestos.
"El sazonador del pollo no es el mismo que el de la carne, el del pastor no es el mismo del pollo, o sea, tenemos sabores diferentes. O sea que si tú te comes un taquito de asada, es totalmente diferente al taquito que te comas de chorizo. Creo que los tacos que vendemos están súper ricos, la carne que nosotros cocinamos, las salsas están súper ricas",
comentó Karina Matute respecto al sazón.
Además, también se han enfocado en comida vegetariana, pues tienen clientes que se las piden, ofreciendo varios platillos sin carne.
Empezar a vender para La Parrilla no fue algo sencillo
Aunque Gerardo y Karina trabajan en un food truck, y no es un restaurante fijo, también tienen que seguir varios lineamientos y tuvieron que cumplir varios requisitos, desde el camión que iba a usar, hasta conseguir el permiso de las autoridades.
"Sobre el tema de los permisos, con el tema del camión, es extremadamente delicado aquí vender comida. El Estado, el país te pide muchos requisitos. Tienes que tener requisitos sobre la tubería, del gas, el agua caliente, el agua fría, los materiales que usas, como la mesa donde preparas, la mesa donde sirves y muchas cosas.
"Nosotros no íbamos a comprar un camión, íbamos a comprar un tráiler porque era más barata, pero el tema de estacionarlo y el lugar que iba a ocupar iba a ser complicado llevarlo, por lo cual decidimos mejor comprar un camión".
dijo Gerardo, pues era más fácil comprar un camión ya adaptado que adaptar uno.

Comenzaron la aventura en plena pandemia de COVID-19
Y aunque pareciera una locura, el proyecto no pudo esperar y decidieron comenzar a trabajar en plena pandemia, lo que fue un momento complicado, pues hubo trabajo para quienes el camión les llevaba la comida, pero muchos lugares con potenciales clientes estaban cerrados.
"Este es un camión que nació en plena pandemia, o sea, empezando la pandemia. Antes de que se desatara todo, ya habíamos ido a un lugar donde venden tráilers porque no nos alcanzaba el presupuesto para un camión (querían adecuar el tráiler, pero no era sencillo). Pero tuvimos que seguir trabajando mucho y cuando compramos el camión no podíamos detenernos, por lo que cuando empezó la pandemia decidimos comenzar",
platicó Karina.
Ya al momento de empezar a trabajar las cosas no fueron sencillas, pero no se rindieron y continuaron con su sueño.
"Había muy poca entrada de dinero, las ventas estaban un poco complicadas, pero había que darle, con que nos alcance para comprar nuestras cosas, cuentas y todo, vamos a seguir. Sí, había días que no nos daba, pero nos desesperábamos"
Platicó Gerardo respecto a esos complicados momentos.
El negocio creció y ahora atienden eventos
Con el trabajo duro de sus dos dueños, La Parrilla ha conseguido hacerse de renombre y ahora, además de vender en la calle, realizan banquetes para eventos y fiestas.

"Estamos enfocándonos mucho también en lo que es buffete para eventos privados, en bodas, XV años, bautizos, en todo eso, con en artesanía mexicana; buffete artesano mexicano... En los eventos la gente incluso nos dicen '¿ustedes son los de La Parrilla?', la gente realmente ya nos está conociendo",
compartió Gerardo
Las cosas se ha dado para Karina y Gerardo, quienes ya se hicieron de clientes, incluso las personas ya los esperan en los diferentes lugares que suelen visitar.
"Tenemos clientes que nos buscan, que nos dicen 'gracias que vinieron hoy a vender', a veces nos dicen 'viene otro foodtruck, pero no gusta más el de ustedes', eso es como algo inexplicable, son cosas que tú estás haciendo y que te están dando más apoyo; si el cliente nos está diciendo eso, es porque realmente lo estamos haciendo bien",
contó con orgullo Karina.
Una historia que inspira a los latinos
La Parrilla recorre las calles de Winston-Salem, en busca de llevar tacos a decenas de personas; con ello Gerardo y Karina se ganan la vida. Ambos consiguieron hacer su sueño realidad, trabajando mucho como millones de latinos en Estados Unidos.
Muchas personas piensan en tener un negocio, pero tal vez la situación puede ser complicada, pero como La Parrilla, ellos también pueden crecer.
"El tener un negocio es muy difícil, pero no imposible, a lo mejor tienes rápido el dinero para iniciar, o a lo mejor te va a tomar años, pero no es imposible emprender. A la mayoría de la gente le da miedo, y ese miedo lo tienes que utilizar como una herramienta, una herramienta a decir '¿por qué no?', '¿quién me impide?', puedes emprender por ti mismo, hazlo por lo que te gusta, por lo que amas, realmente hazlo de corazón, no lo hagas por el dinero",
Compartió Gerardo
"Me encantaría que mucha gente escuchara esto para ser inspiración de ellos, para que ellos vean que sí se puede, que somos latinos, y lo hicimos. Yo sin el idioma lo estoy haciendo, él sí habla inglés, yo no. A mí me toca atender a la gente, yo soy la que hablo con la gente y he aprendido muchísimo, a no perder la humildad nunca, siempre tener humildad, tengas lo que tengas, logres lo que logres, siempre hay que ser humilde".
Para contactar a La Parrilla, puedes hacerlo por medio de su Facebook e Instagram.
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