Estaba muy feliz cuando me subí al avión, fue una emoción difícil de describir. Era la primera vez que iba a volar, y había esperado por mucho tiempo por ese momento, por fin podría ver a mi mamá
, cuenta Dario Rodríguez, un refugiado salvadoreño quien llegó en junio a Monroe, Carolina del Norte.
En el 2016 la mamá de Dario, quien vivé en Estados Unidos desde el año 2000, buscó ayuda para reunirse con su hijo que en ese entonces tenía 16 años. Allá es un pueblo muy pequeño, muy bonito, pero oía que pasaban cosas feas por toda la violencia que hay
, cuenta Dario.
El proceso
La organización Carolina Refugee Resettlement Agency en Charlotte, ayudó a hacer los trámites necesarios para que Dario pudiera venir a vivir a Estados Unidos por medio de un programa de reunificación de familias, y como refugiado por la violencia de El Salvador.
Después de recolectar mucha información, llenar solicitudes, exámenes de ADN y asistir a varias entrevistas con oficiales de inmigración, Dario logró recibir su visa de refugiado fue una emoción extraña. Por un lado por fin podía estar con mi mamá, y otro lado había dejado en El Salvador a mi abuela y mi hermana con las que había vivido toda mi vida
, asegura.
Una nueva vida
Dario está muy agradecido con la organización de refugiados que lo ayuda. Menciona que una vez por semana asiste a seminarios educativos en esta organización ellos han sido muy amables, me han ensenado sobre la cultura de Estados Unidos, cómo tomar un bus, dónde inscribirme a clases de inglés, cómo inscribirme a un seguro médico y cómo sacar una identificación, todo sin cobrarme un peso
.
Marsha Hirsch, directora de la organización que ayuda a Dario, nos cuenta que el centro comenzó a aceptar solicitudes de niños centroamericanos en el 2015
Se presentaron más de 150 solicitudes. Muchos niños recibieron ayuda humanitaria y se reunieron con sus familias, 30 niños de El Salvador y Honduras fueron admitidos. Desafortunadamente, muchos casos que estaban en progreso pero que no habían recibido entrevistas individuales fueron abruptamente cerrados por la (USCIS) en enero del 2018
, dijo Hirsch.
Dario está feliz por las clases de inglés que comenzará a mediados de agosto. Cuenta que va a estar muy ocupado y tendrá que tomar trasporte público para ir a sus clases me emociona aprender inglés porque es muy importante para conseguir mejores oportunidades en este país, y cuando sea bilingüe tendré más posibilidades de conseguir un buen trabajo
, concluye.
Para ayudar a los refugiados
Si usted quiere ser voluntario para ayudar a los refugiados en Charlotte puede comunicarse con la organización Carolina Refugee Resettlement Agency al:704-535-8803 .