En el año 2008, Evelia Bernal Castañeda salió de México junto con su esposo para llegar a Estados Unidos. Hoy, casi una década después, a pesar de los riesgos y tropiezos en el camino, están logrando su meta de encontrar mejores oportunidades de empleo y de estudio para sus hijos, debido a que pudo seguir adelante con su sueño de terminar la preparatoria.
Un sueño interrumpido
Estando en México, Evelia pudo graduarse de su escuela, pero su sueño de continuar sus estudios se vio truncado cuando su padre se enfermó y no pudo seguirle ayudando financieramente para concluir ese sueño.
“Recuerdo bien el día en que mi abuelo llegó a mi casa y me preguntó que porqué estaba triste. Yo le contesté que porque yo quería estudiar la preparatoria, pero que se estaba dificultando todo para mí y que no podría continuar mis estudios sin la ayuda de mi padre. El me brindó su ayuda y me dijo que me apoyaría con los gastos para poder ir a la escuela, yo lo abracé y le di las gracias. Emocionada por esa gran noticia, comencé a hacer planes”, asegura la latina.
Pero el destino cambiaría las cosas y nuevamente las malas noticias llegaron a Evelia. Después de haber realizado el examen de admisión para inscribirse en la preparatoria, su abuelo, quien tenía problemas del corazón, sufrió un infarto que le quitó la vida.
“No solo había perdido a mi abuelo que quería tanto, también por segunda vez la oportunidad de regresar a la escuela”.
El precio de un sueño
Aunque pasó el tiempo, la madre de familia nunca perdió la esperanza de que algún día retomara sus estudios. “Ese era un tema que desde que comencé mi relación con mi esposo hablábamos constantemente. Mi esposo siempre supo que ese era un sueño que nunca pude realizar de joven y nos prometimos que sería algo que no dejaríamos a un lado”, asegura Evelia quien hoy tiene 29 años de edad.
Finalmente ese sueño ya no se postergaría una vez que se establecieron en Carolina del Norte, sin embargo esto exigiría hacer algunos sacrificios. Evelia tuvo que dejar su trabajo para poder estudiar.
“Recortamos gastos e hicimos varios sacrificios para que el dinero que ganaba mi esposo alcanzara para poder cubrir las necesidades de la casa. Yo comencé a estudiar las clases de inglés y me enrolé al programa de GED en español”, dijo.
Un sueño cumplido
Con el apoyo de la organización El Centro, en diciembre Evelia cumplió uno de sus más grandes sueños. Ella estaba participando en una de las dos ceremonias de graduación del título de equivalencia a la preparatoria (GED) que se realizó en el instituto universitario Blue Ridge.
Mientras ella caminaba vestida de azul con su traje de graduada para recibir su diploma frente a los más de cien invitados en el auditorio, la cara de sus dos hijos pequeños y su esposo resplandecían, al mirarla llenos de felicidad.
El más orgulloso sin duda, fue su esposo Alejandro Ortega Sánchez, para quien fue un sueño compartido. “Siempre le dije que ella lo iba a lograr. La animé y la apoyé lo que más pude, le decía que no se preocupara de las cosas en la casa, que se enfocara en sus estudios y que estudiara lo más que pudiera. Y gracias a todos estos sacrificios y a su esfuerzo, ahora está aquí, logrando su sueño”, concluyó Alejandro.
Para más información sobre El Centro del condado de Henderson, puede visitarlos en 508 North Grove St. Hendersonville, NC 28792. También los puede llamar al 828-290-7134.