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No fue el miedo a las redadas o una orden de arresto o deportación lo que llevó a Óscar Granado a pensar en retomar la ruta migratoria para Honduras. Fue el cansancio. El agotamiento que no se ve, pero se acumuló de años trabajando sin papeles en construcción, compañías de metal y carpintería, aceptando un sueldo bajo y con la edad jugando en contra. “Al final del mes a uno solo le quedan como $100 y eso no es nada para todo lo que se sufre”, dijo.

El desgaste físico y la edad lo impulsan a abandonar su sueño

En un clima de incertidumbre, miedo, confusión legal y presión económica, la historia de Óscar es una más dentro de la serie de “los que se van”, quienes, sin haber cometido delitos, sin tener casos pendientes o con procesos largos y sin esperanza, prefieren renunciar al sueño americano y regresar a sus países.

Óscar emigró hace siete años de Honduras a Charlotte con la esperanza de trabajar, ahorrar y eventualmente abrir algún negocio que le permitiera prosperar en el país y lograr el anhelado sueño americano. Trabajó durante este tiempo en construcción, como carpintero y en una compañía de mental. Esta última fue la que le causó mayor agotamiento.

Estuve allí como cuatro años más o menos en la compañía. Me fue bien porque madrugábamos, trabajamos los sábados y porque la compañía pagaba renta. Entonces era un trabajo duro y uno llegaba a la casa reventado que no se podía ni sentar en el baño. Pero en la medida que pasa la edad ya uno no lo ve a así, porque yo tengo mis años, no estoy tan joven. Entonces en ese entonces no me iba tan mal”, contó.

Después de esos cuatro años asegura que la situación cambió. El pesar de una vida trabajando en Honduras y luego el esfuerzo de trabajos tan físicos, comenzaron a pasarle factura. Cuenta que con 54 años su cuerpo comenzó a mostrar señales de desgaste: dolores articulares, agotamiento y menor resistencia.

“Si ya tuviera el dinero para irme, ahora mismo me voy”

Yo solo quiero vender mi carrito e irme… Si ya tuviera el dinero para irme, ahora mismo me voy. Estoy harto de estar aquí trabajando duro y ganando muy poco, porque las compañías no pagan mucho y menos si uno no tiene ningún permiso de trabajo. Cuando uno emigra, lo que a uno le recuerdan constantemente es eso, que no tiene permiso de trabajo. Entonces, se sufre, se madruga y se trabaja haciendo todo lo que se necesite y termina uno llegan a viejo y sin nada, ni poder construir nada”, lamentó.

Para Óscar, además de la dura ofensiva en contra de los inmigrantes, otra de las razones por las cuales se dio por vencido a quedarse en el país es porque percibe ser discriminado por la edad. A esto se suma el hecho de que, al ser indocumentado, le resulta difícil acceder a un empleo más adecuado.

Ya uno llega a una edad en la cual al trabajar a uno lo miran mal y lo desprecian. Es como si la edad no fuera el reflejo de experiencia, sino de desprecio, te mandan como a un perro, te ignoran o no reconocen el trabajo que uno hace, y uno a veces trabaja como un animal… Tal vez hay trabajos menos pesados, pero los que he tenido han sido pesados”, dijo.

Óscar asegura que se va sin antecedentes, sin orden de deportación, sin un solo delito, pero también sin esperanza de alcanzar ese sueño de tener un negocio en Estados Unidos. En cambio, con una hija en Honduras, contempla iniciar un negocio de verduras o un mercado.

Allá estoy tranquilo, con poco, pero primero Dios, no me va a faltar. Mejor estar uno en su país, que aquí hacienda lo que a uno no le gusta”, agregó.

“Quiero autodeportarme”: el riesgo de CBP Home 

Actualmente, no ha comenzado trámites migratorios, pero ha considerado irse a través de la aplicación de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (USCIS) CBP Home, que facilita la salida voluntaria.

Quiero autodeportarme, pero lo que no sé es cómo es el proceso o donde está el lugar que debo comprar el pasaje. Me gustaría que me deporten, pero no estar detenido mucho tiempo y me iría sabiendo que la policía nunca me ha visto mal, porque no le he hecho daño a nadie, no tengo un mal historial o multas, he estado haciendo lo correcto”, indicó.

Según el Departamento de Seguridad Nacional, CBP Home es la opción más segura para autodeportarse y anunció que quienes opten por este proceso recibirán un “viaje libre de costo”, perdón por su presencia ilegal en el país y un bono de $1,000 para facilitar su regreso. 

La Noticia entrevistó a cuatro abogados sobre este proceso y todos afirmaron que desde su anuncio en mayo de este año, no han conocido un solo caso de una persona que haya utilizado la aplicación, recibido los $1,000 de incentivo, ni aseguran que esto les permita regularizar la situación en el futuro. Lo que lo convierte en una decisión personal y a riesgo.

Sin embargo, la abogada de inmigración, Jamilah Espinosa, añadió que quienes tengan los ingresos para pagar su vuelo, un pasaporte vigente y no tienen procesos en corte, solo deben comprar su vuelo y salir por su propia cuenta.

Si están en corte es diferente. Deben ir a la corte y entregar una moción en la cual dicen que quieren avanzar en su caso o cerrarlo para optar por una deportación voluntaria. Esto se hace para que no les afecte en el futuro. Se tienen que asegurar que quede registrado, porque si no la pasa de ser una salida voluntaria a una deportación que les va a afectar cuando pidan una visa o si algún familiar los pide en el futuro”, añadió.

Periodista de profesión, ávida lectora por vocación. Tiene un máster en Ciencias Criminológicas de la Universidad del Zulia, Venezuela. Le apasiona conocer nuevas realidades y contarlas.