La pandemia ha permitido que el teletrabajo sea la orden del día. Ahora bien, debemos evitar el síndrome del pijama para lograr una mayor productividad laboral.
Ser productivo mientras se trabaja en casa obliga a seguir algunas rutinas. Una de ellas es romper con el síndrome del pijama, como lo han denominado algunos expertos. Esto, debido a que la ropa de dormir atenta contra el estado anímico y además lanza mensajes al cerebro que te invitan a procrastinar.
Efectos del síndrome del pijama en el teletrabajo
Dificultad para arrancar el día
Todas las rutinas de la mañana comienzan con hábitos de higiene y cambio de ropa. Cuando perdemos ese momento será más difícil llenarnos de energía para activarnos y concentrarnos.
Confusión mental sobre las transiciones
El cerebro necesita tiempo para hacer sus ajustes y transiciones entre una actividad y otra. En ese sentido, necesitas enviarle el mensaje de cuándo iniciar el trabajo y cuándo terminarlo.
Trabajar más horas de las debidas
No tener un horario para vestirte con una ropa diferente a la pijama, te dejará el día entero frente a la computadora.
Procrastinación y apatía
Ese nivel de relajación que te produce andar en pijama será tu boleto directo a la procrastinación. Notarás que tienes apatía para iniciar tus pendientes y, por supuesto, no lograrás terminarlos.
Subida de talla y peso
Vestir ropa de dormir, que se caracteriza por ser holgada, no te permitirá caer en cuenta en esas libras de más. Por el contrario, tendrás mayor tentación a pasearte por la despensa más veces de lo necesario.
Bajo nivel de autoestima
Perder esa oportunidad de prepararte para salir a la oficina, escoger la ropa que te hace lucir sentir bien y perfumarte, termina por corroer tu autoestima. Al final del día tendrás agotamiento y una actitud negativa.
Evitar el síndrome del pijama es muy fácil. Decide cada mañana ponerte una ropa cómoda, pero diferente a la que usas para dormir. Esto mejorará tu oportunidad de descanso al finalizar, ya que tu cerebro sabrá cuándo desconectarse y comenzar a relajarse. Anímate y sé feliz!
Fuente consultada: Mujerhoy