La temporada de influenza o “flu” 2024-2025 es catalogada como una de las más graves de los últimos 15 años. Los inmigrantes, especialmente los indocumentados, enfrentan grandes riesgos debido a una serie de barreras en el sistema de salud y a una disminución en las tasas de vacunación.
En esta temporada de “flu” se registraron al menos 43 millones de infectados, 560,000 hospitalizaciones y 24,000 muertes por influenza, hasta mediados de marzo, según estimaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Este año, las dos cepas predominantes que están impulsando la temporada son H1N1 y H3N2. La combinación de estas cepas con un notable descenso en las tasas de vacunación ha creado un entorno propicio para la propagación del virus.
Menos de la mitad (43 %) de la población ha recibido la vacuna contra el “flu”, frente al promedio el 50 % al 58% de años anteriores.
Los inmigrantes y minorías: los grupos más vulnerables
Según analistas, los inmigrantes, especialmente los indocumentados, son los más afectados por esta crisis. Debido al miedo a la deportación y las barreras en el sistema de salud, muchas familias inmigrantes evitan buscar atención médica, lo que empeora las tasas de mortalidad y hospitalización.
Adicionalmente, los niños y los adultos mayores, especialmente de comunidades afroamericanas y latinas, siguen siendo los más vulnerables. Este año ha habido un número alarmante de muertes pediátricas y hospitalizaciones. Las dificultades para acceder a atención médica en comunidades marginadas, junto con la reticencia a las vacunas, están contribuyendo a un aumento de las muertes prevenibles.
Es importante reconocer los síntomas tempranos de la gripe, como fiebre alta, fatiga y dificultad para respirar. En los niños pequeños, la deshidratación y la falta de apetito son signos de alerta, y los padres deben buscar atención médica inmediata si el niño presenta tos persistente o dificultad para respirar.
En Carolina del Norte
La temporada de “flu” 2024-2025 en Carolina del Norte es una de las más mortíferas de los últimos siete años, superando las 400 muertes.
Las últimas cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS) indican 459 muertes por “flu” desde octubre del 2024. La temporada pasada, hubo 319 muertes.
La mayoría de las fatalidades esta temporada corresponden a personas de 65 años o más (328 muertes), seguidas de 92 fallecimientos de personas de entre 50 y 64 años. Entre las fatalidades se incluye a cinco niños pequeños.