Translate with AI to
Norlin Ochoa, un joven de 18 años de origen hondureño, ha vivido toda su vida en este país, y aunque no pudo calificar para DACA, logró su sueño de poder ir a la universidad con una beca completa. Cortesía.

Charlotte - Con casi toda su vida en Estados Unidos, un “soñador” logra vencer todos los obstáculos, incluso el no haber calificado para DACA, pero por sus excelentes calificaciones irá a la universidad con una beca completa.
Norlin Ochoa llegó a Charlotte desde Honduras a la edad de 2 años.

Infancia complicada
Su vida se partió en dos cuando a la edad de 10 años regresó con su madre a su país, por la muerte de sus abuelos.

“Yo vivía feliz y no me preocupaba de nada, todo era alegría, paz y no conocía la violencia. Pero allí vi que todo era diferente”, contó Norlin a La Noticia.

Norlin estuvo en San Pedro de Sula por seis meses donde dice que vio de todo, especialmente pobreza, violencia en las calles.

“Lloraba de pensar lo que tenía en Estados Unidos, extrañaba a mi padre, y tuve que ver cosas que no eran para niños”, comentó.

En el viaje de un mes de regreso, en noviembre del 2010, Norlin hizo la misma travesía de sus padres: cruzó el “río”, pasó por el desierto, aguantó hambre y frío, tuvo que caminar sin parar por días enteros, y dormir junto a extraños.

“Fue una etapa de mi vida que me impactó mucho, y cuando entendí el sacrificio de mis padres. Pensé que debía estudiar y esforzarme para ir a la universidad”, dijo.

Esforzarse más que otros
Norlin se destacó por su excelencia académica en la escuela intermedia, pero al llegar a la secundaria entendió que sin documentos le iba a costar más trabajo ir a la universidad y pensó: “tengo que esforzarme más que mis compañeros”.

Desde el primer año de secundaria en la escuela Phillip O. Berry Academy of Technology, Norlin tomó clases avanzadas y de honores, se involucró con varios clubes escolares y nacionales, prestó muchas horas de servicio comunitario en su mayoría con niños discapacitados, y se involucró con la academia de fútbol “Creative Player”, donde le dieron una beca.

Norlin también se ha dedicado al fútbol, y tuvo la suerte de que la academia, Creative Player, donde quería entrar le ayudó con todo. Cortesía. 

El joven fue recomendado por sus maestros para realizar pasantías en importantes compañías como Google, pero nunca completó los proceso debido a su estatus.

Norlin no calificó para DACA por salir del país, y no poder comprobar su fecha de ingreso. Cuando fue eliminado el programa, decidió divulgar su situación en su escuela, pero ya había recibido apoyo de algunos maestros que notaron su esfuerzo.

“Norlin personifica los ideales más grandes del espíritu humano con su compromiso de servicio, dedicación a su comunidad y profundo respeto por la familia y los amigos”, expresó Ana Cunningham, maestra de inglés que se convirtió en mentora de Norlin cuando él le contó su situación.

“Su fervor por enriquecer el mundo inspira y motiva a todos los que lo rodean, y personifica la diligencia necesaria para crear un futuro próspero y exitoso”, añadió la profesora.

Trabajo premiado
Con un GPA de 5.83 en el doceavo grado, el joven decidió solicitar el ingreso en varias universidades, sabiendo que el camino sería duro. Pero para su sorpresa fue aceptado en 11 de ellas, y ocho entidades privadas le ofrecieron becas por un total de $468,000.

Ahora a sus 18 años escogió ir a Wingate University, donde tiene una beca de $108,000. El aspira estudiar ingeniería química e ingeniería en arquitectura.

“He sido muy bendecido por Dios, y sé que todo lo que he logrado ha sido por El”, indicó el joven.

Norlin espera trabajar en una farmacéutica para investigar los químicos en los productos y bajar los riesgos en los alimentos, y fundar una academia de fútbol para niños de bajos recursos.

“Me siento orgullosa de mi hijo, es muy inteligente y maduro, y supo que el camino no era fácil, y aunque tuvo obstáculos, sacó las fuerzas y lo logró”, comentó Maribel Ochoa, madre del joven.