La integración laboral tiene distintos beneficios para las personas con síndrome de Down. Además de una remuneración económica, les permite desarrollar habilidades que en otros entornos no es común que adquieran.
Igualmente, repercutirá de forma positiva en sus familias al permitirles descubrir que la persona con síndrome de Down puede pertenece al funcionamiento de áreas clave de la sociedad como la productiva.
Legislaciones chilenas y entidades de ese país indican beneficios de la integración laboral para personas con discapacidad que aplican a personas con síndrome de Down. Algunos de ellos son:
- Conectan su experiencia laboral con su sentido de vida.
- Experimentan la necesidad de fijarse metas sociales y personales.
- Les permite asimilar a su ritmo códigos sociales.
- Permite hacerlos sentir que aportan a la sociedad.
- Les permite recabar dinero para cubrir sus necesidades.
¿Cómo hacer que la integración laboral sea exitosa?
Una investigación realizada por Elisabeth Alomar y Maria Cabré para la Revista Síndrome de Down habla sobre las condiciones necesarias para que la integración laboral de personas con discapacidad intelectual sea exitosa:
Claridad en las tareas
El empleado debe contar con tareas claras y definidas. Es necesario especificar cómo y cuándo las va a hacer, así como la cantidad.
Tareas ajustadas al perfil
Asignarles tareas que pueda desempeñar de acuerdo con sus capacidades. Es importante saber que tareas rápidas son menos indicadas para este tipo de empleado.
Trabajo útil
Un trabajo útil y necesario brindará mayor satisfacción al empleado.
Apoyo
Es necesario que un supervisor o empleado apoye a la persona con discapacidad intelectual durante el periodo inicial del trabajo.
Ente capacitado
Es clave que las empresas se relacionen con las entidades gubernamentales o no gubernamentales para acudir cuando sea necesario obtener información o asesoría.
Familia
El apoyo de la familia es trascendental en el proceso para reforzar las habilidades aprendidas en el entorno laboral.