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Apreciados amigos lectores, desde que apareció la pandemia del COVID-19 en el mundo y desde el momento en que se comenzó a conversar sobre la fabricación de una vacuna, los diversos grupos antivacunas manifestaron su desacuerdo sobre la materia.

Esta situación es muy lamentable, porque hay personas que no sólo promocionan la no vacunación para COVID-19; sino que están en contra de todos los tipos de vacunas, alegando las más variadas e insólitas teorías en las que hasta se incluye la supuesta colocación de una especie de “Chip” con el cual los más poderosos van a poder controlar a la humanidad.

Lastimosamente, estos razonamientos están muy lejos de la realidad y no tienen ningún respaldo científico.

¿Las vacunas han hecho más bien o mal al mundo?

Si nos ponemos a revisar la historia de la medicina; tendríamos que colocar en la balanza la cantidad de millones de vidas que se han salvado gracias a las vacunas, por lo que a continuación les colocamos algunos ejemplos:

  1. La vacuna para la viruela creada a finales del Siglo XVIII, incontables vidas ha salvado en más de doscientos años.
  2. La vacuna de la tuberculosis, enfermedad que una época diezmó al mundo, ya tiene más de 100 años salvando vidas.
  3. La vacuna contra poliomielitis creada en 1955, ha salvado a millones de niños de quedar con incapacidades motrices permanentes.
  4. Y la  vacuna “Triple Viral” destinada para el Sarampión, la Rubeola y la Parotiditis a ha prevenido que millones de madres en sus embarazos no tengan consecuencias en sus futuros niños por padecer durante la gestación alguna de estas enfermedades virales.

Las vacunas salvan vidas

En el caso del COVID-19, en Estados Unidos y según las cifras dadas por el CDC, hasta la fecha ya han sido aplicadas 294 millones de dosis donde los reportes de los efectos adversos son mínimos desde el punto de vista porcentual.

Las vacunas que se distribuyen en Estados Unidos (Pfizer-BioNtech, Moderna y Johnson & Johnson) han sido creadas bajos los mayores estándares de las normas de buenas prácticas de manufactura y han cumplido con las exigencias de la FDA por lo que la misma autorizó su aplicación. 

La mejor evidencia está en las estadísticas de contagios y muertes las cuales han comenzado a bajar de forma considerable.

Sin embargo, la vacuna sola no es la solución. Hay que mantener las normas de prevención establecidas en torno al uso de mascarillas en lugares con público y cuando se está en presencia de personas que no se han vacunado

También debemos recordar que la inmunidad se logra a los 21 días de la segunda dosis en caso de vacunas en las que se deben aplicar dos dosis y a los 21 días de la dosis única. Por lo que en ese lapso se debe continuar usando mascarillas.

En conclusión, no hay en el mundo evidencia científica seria que afirme que las vacunas hacen daño a la humanidad.

Médico y columnista de semanarios en New York, New Jersey, Delaware, Pennsylvania, Connecticut, Texas, Florida y California. Conductor de “Mente, Cuerpo y Alma” wtcradio.net, canal 2, los viernes...