¿Habías escuchado alguna vez el término narcisista? Este se basa en Narciso, personaje de la mitología griega que se enamoró de sí mismo. Si bien todos los seres humanos tienen ciertos rasgos narcisistas, hay manifestaciones enfermizas.
El trastorno de personalidad narcisista y se manifiesta cuando la persona tiene una necesidad excesiva de ser admirada. También una gran incapacidad de ver las necesidades del otro y un deseo de aprovecharse de los demás para conseguir lo que quiere. Lo más grave de todo es que la persona piensa que su visión de las cosas es la única que existe. Suele ser una persona envidiosa, arrogante y prepotente.
Estos son los rasgos de personalidad de un narcisista
Algo muy curioso de la personalidad narcisista es que las personas se muestran con una excelente autoestima aunque por dentro son sumamente vulnerables. Este tipo de personalidad oculta un gran vacío interno y una carencia de seguridad.
Las características más comunes de personalidad que muestran al mundo los narcisistas son:
- Tienen la necesidad de sentirse admirados por los demás.
- Quieren tener siempre la razón y nada es su culpa.
- Buscan ser visto como personas perfectas.
- Critican a su pareja cuando no esta no satisface sus necesidades.
- Son carismáticas y exitosas pero les da envidia el éxito de los demás.
- No tienen la habilidad de sentir remordimiento.
- Quieren controlar todo y a todos.
- Tienen dificultad para vincularme emocionalmente.
- Están repletas de resentimientos.
- Se sienten incomprendidas y son muy manipuladoras.
¿Es posible curar a una persona narcisista?
La persona narcisista puede causar graves daños a la relación con su pareja, familia y amigos. Todo esto mientras muestra una fachada de ser la persona perfecta, comenta la terapeuta Ángeles Reyes. "El trastorno de personalidad narcisista tiene origen en la niñez y se puede tratar con una terapia especializada”, asegura Reyes.
Con la terapia el narcisista puede aprender a relacionarse mejor con los demás, tener relaciones más íntimas, agradables y gratificantes. Además de comprender mejor la causa de sus emociones y lo que lo motiva a competir, a desconfiar y despreciar a los demás.