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Dos niños pequeños pintando

La crianza de los hijos es uno de los mayores retos que enfrentan los padres y madres que han decidido asumir este rol. En adición de querer que crezcan sanos, el mayor anhelo es poder saber que hemos contribuido a criar un ser humano que aporte positivamente a nuestra sociedad.

Esto constituye un reto porque los hijos van a tener muchas fuentes de interacción que estarán contribuyendo a su formación. Sin embargo, aunque muchas veces no tenemos control absoluto de todas las interacciones de nuestros hijos, hay unos valores básicos que si son enseñados con consistencia pueden darle una base sólida que los ayude a manejar las presiones que puedan surgir de amistades o de otros lados.

Cuando hablo de consistencia, me refiero a que la enseñanza debe estar acompañada por nuestro ejemplo y que haya consistencia entre ambos padres, para que pueda ser integrado en el registro de valores de nuestros hijos.

Educación en valores

Aunque los valores pueden variar de acuerdo a nuestras creencias y nuestra experiencia personal, quiero resaltar aquellos valores que apelan hacia el respeto hacia otros seres humanos.

Que nuestro actuar sea de preservar y proteger la vida y los derechos de los demás, sin buscar causar un daño intencionalmente. Este valor de respeto marcará la vida de los hijos a través del trato de respeto que tengamos hacia ellos y el respeto que observen entre sus padres. No podemos esperar que ellos hagan algo diferente a lo que los padres o las madres hacen.

¿Se debe hacer distinción entre niños y niñas al momento de enseñar valores?

Otro elemento importante es cómo queremos educar a los hijos dependiendo de su sexo. Es muy común escuchar que, en la cultura latina, hay una tendencia de esperar cosas diferentes de las hijas en comparación de los hijos varones. La realidad es que, al hacer una distinción solamente por sexo, estamos contribuyendo al discrimen y potencialmente hacia la violencia de género. Tanto el niño como la niña necesitan aprender a expresar sus pensamientos y sus sentimientos, como también a respetarse.

En el caso de los hijos varones, es importante inculcarles valores de respeto hacia las mujeres. Donde un no, significa no y donde el valor del ser humano está en sus cualidades emocionales y no en la apariencia física.

Con las hijas, será importante darles acceso a todas las oportunidades posibles sin establecer una diferencia por ser niña. Para romper los ciclos de discrimen, machismo y violencia de género, necesitamos cambiar la fórmula que, por mucho tiempo se ha usado para la crianza de los hijos. Una nueva fórmula debe incluir los valores fundamentales de respeto e igualdad.

Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud emocional que tome en consideración las particularidades de su situación. Para mayor información pueden llamar al 984-974-3795.

Mae Lynn Reyes-Rodríguez, Ph.D. Psicóloga Clínica e Investigadora Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill Departamento de Psiquiatría