Algunas veces la vida nos sorprende con alguna condición crónica en nosotros mismos o en algún miembro de nuestra familia. Las condiciones crónicas son aquellas condiciones o enfermedades que no tienen cura o que necesitan de un cuidado de salud por un tiempo prolongado.
Algunas de estas condiciones médicas son la diabetes, artritis, SIDA, epilepsia, entre otras. También hay condiciones emocionales que pueden ser crónicas, especialmente si no se tratan a tiempo, como la depresión, la ansiedad, estrés post traumático, esquizofrenia, entre otras. Se ha encontrado que las condiciones crónicas pueden ser fuente de mucho estrés emocional y económico para los miembros de la familia.
¿Cómo podemos hacer frente a una condición crónica?
Mantener un tratamiento para la condición médica/emocional- Aunque la condición no tenga cura, el tratamiento ayuda a mantenerla bajo control y así evitar que empeore.
- Buscar grupos de apoyo en la comunidad- Hay grupos de apoyo para algunas condiciones crónicas. A través de estos grupos podemos aprender cómo otras personas han manejado su situación, de igual manera que otros pueden aprender de nuestras experiencias.
- Buscar fuentes de apoyo en familiares y amistades- Una condición crónica puede producir agotamiento físico y emocional, por lo que es importante tener apoyo de otras personas.
- Tomar medidas de auto-cuidado- Cuidarse es importante para proteger nuestra salud física y emocional.
- Tomar tiempo libre- Tener un tiempo fuera del cuidado de la persona que padece la enfermedad crónica puede ayudarnos a re-cargar energías para continuar con su cuidado.
- Tratar de mantener alguna rutina- Tener una cierta rutina dentro de la situación nos puede ayudar a mantener un cierto sentido de normalidad en nuestra vida y nos recuerda que la condición crónica no es lo único en nuestra vida.
Mantener un equilibrio
Estas medidas pueden ayudarnos a mantener un equilibrio en nuestra vida familiar. Sin embargo, es importante que estemos dispuestos a buscar ayuda profesional y/o de las personas que nos rodean.
Una condición crónica cambia dramáticamente la rutina familiar, la economía del hogar y el tiempo que tenemos disponible para otros miembros del hogar.
Muchas veces toda nuestra atención la dirigimos hacia la persona que padece la condición médica y sin querer, podemos olvidarnos de nosotros mismos y de los otros miembros de la familia.
Cada miembro de la familia puede verse afectado de manera distinta, por lo que vamos a necesitar dialogar en familia. Saber cómo cada uno se está viendo afectado por la situación y trabajar en equipo, puede hacer que la carga sea más llevadera para cada uno de los miembros de la familia.
Recuerden que esta información no sustituye una consulta con un profesional de la salud. Para mayor información pueden llamar al 919-966-7358.