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Miles de inmigrantes están abandonando voluntariamente Estados Unidos ¿por qué?
Esta crisis ha hecho recordar a muchos que nada de este mundo vale más que el calor de la familia.

En los últimos días he comenzado a ver un éxodo de inmigrantes mayores que van de regreso a sus países de origen. Ellos llegaron años atrás a Estados Unidos en busca de un alivio económico para sus familias, pero están dejando todo eso atrás ¿a qué se debe esto?

Martha, una madre centroamericana, me llamó llorando y me comentó que hacía varias semanas estaba tratando de renovar su pasaporte para viajar a su país, ha llamado a los consulados de Atlanta y tan lejos como Washington para que le renueven su pasaporte, pero sin ningún éxito.

Me quiero ir de regreso a mi tierra, dice Martha, llegué a este país joven, con un sueño: ganar dinero y hacer una casita para mis hijos. El tiempo ha pasado y hoy me siento triste que no he visto a mis hijos por tantos años, y a mis nietos, los he visto crecer solo por foto y videos; ya quiero regresar a mi país y disfrutar a mi familia.

La pandemia del COVID-19 ha puesto en una diferente perspectiva la vida de muchas personas, como en el caso de Martha. Los años que me queden para vivir, los quiero vivir con ellos; me da temor que la muerte llegue y yo no pueda volver a verlos, me aseguró.

Por otro lado Oscar, también de un país de centroamericano me dice que vino a Estados Unidos para poderles dar una mejor vida a su esposa e hijos, pero que hoy, su esposa le dice que ya regrese, que deje todo aquí y que se vaya de regreso. Ya estamos mayores, dice Oscar, creo que quiero terminar mis años con mi esposa y disfrutar un poco a mi familia, mis hijas y mis nietos, somos de la muerte, sabe, dice Oscar, y no quiero morir lejos de mi casa.

Al preguntarles a estas personas sobre lo que verdaderamente está pasando en sus corazones, y de la razón que los hace desear regresar al hogar después de tantos años, unánimemente me dicen que el coronavirus, y la incertidumbre de la vida.

Esta crisis ha hecho recordar a muchos que nada de este mundo vale más que el calor de la familia.

La soledad que esta pandemia les ha generado, los ha hecho ver al otro lado del horizonte y se han dado cuenta que nada de lo que puedan comprar y tener es eterno; que llega el momento de querer sentir el amor verdadero, del abrazo de un hijo, o de sus nietos pero si no están, es ahí cuando la soledad se siente más intensa en el corazón y por eso, es mejor volver a casa.

Para mi, esta situación de la comunidad inmigrante de querer regresar a su país por profunda nostalgia y miedo a la muerte, es totalmente nueva. A través de los años he visto gente regresar a sus países de origen por una y otra razón, pero nunca había visto esto.

He analizado que, el aislamiento social, el cierre de las fronteras de todos los países por varios meses, la brevedad de la vida y el temor a morir ha generado ese sentido de nostalgia en los inmigrantes, y en las personas mayores que salieron años atrás de sus países, para poder criar y mantener a sus familias con las remesas que han podido enviar a través de los años, pero que hoy sienten el vacío del hogar y desean volver a casa.

Sé que el futuro es incierto, y es por lo que siempre les recomiendo tratar de estar en comunión con Dios, pues no sabemos lo que mañana traerá; sin embargo, siempre he dicho que lo más maravilloso que tenemos es nuestra familia, que la amemos, y la disfrutemos mientras vivimos; por esa razón, en parte, me alegra que estas mamás, abuelas, esposos y abuelos regresen a casa, pues espero que puedan disfrutar y retomar algo de todos esos años que como ellos dicen, perdieron lejos de sus familias y su hogar.

Por tres décadas ha servido en su ministerio pastoral y en la organización Jesus Ministry. Presidenta de la Federación de Iglesias Cristianas. Autora del libro: El encuentro que me transformó