Un conflicto armado siempre será motivo de preocupación por el enorme riesgo de pérdidas humanas. Pero las consecuencias de una guerra trascienden el campo de batalla, especialmente en un mundo tan interconectado como en el que estamos. Un enfrentamiento entre Rusia y Ucrania pueden afectar significativamente la recuperación económica de Occidente tras la pandemia.
Rusia dice oponerse a la presencia de fuerzas militares de la OTAN en Ucrania, mientras que Ucrania advierte de un plan expansionista de los rusos contra esta región estratégica.
A continuación presentamos la perspectiva de economistas y analistas políticos sobre las posibles consecuencias de una guerra entre Rusia y Ucrania.
Amenazas para una economía en recuperación
Poco a poco estamos regresando a una economía más activa; a medida que se están eliminando las restricciones impuestas por el COVID-19, sin embargo hay múltiples retos que superar. Entre ellos:
1) La galopante inflación que afecta a Estados Unidos.
2) La latente crisis en la cadena de suministros y la falta de chips electrónicos, que ha contribuido al encarecimiento de muchos productos.
3) La persistente escasez de trabajadores, especialmente en el sector de servicios.
4) El vertiginoso costo del barril de petróleo, el cual eleva el precio de la gasolina y con ello prácticamente todos los productos que son transportados.
En medio de este delicado panorama, una guerra entre Rusia y Ucrania, más allá de desestabilizar esa región y alterar el panorama geopolítico, generaría un efecto dominó en la economía mundial que dispararía la inflación y afectaría su bolsillo.
Una guerra entre Rusia y Ucrania dispararía precios de la gasolina
Rusia es uno de los productores más importantes de petróleo crudo y gas natural. Productos que vende principalmente a Europa. Una guerra puede interrumpir esta producción energética, por ejemplo si se imponen sanciones.
Cualquier interrupción en los flujos de petróleo desde Rusia, podría enviar fácilmente los precios del petróleo a $120 el barril o incluso más, aseguró Natasha Kaneva, jefa de estrategia global de materias primas de JPMorgan.
El desabastecimiento encarecería inevitablemente el precio de la gasolina en todo el mundo, en momentos en donde se ve un aumento del consumo de combustibles.
Más inflación, menos poder adquisitivo
La tasa de inflación anual en Estados Unidos se aceleró al 7.5 % en enero, la cifra más alta desde 1982.
Si el conflicto entre Rusia y Ucrania eleva precio del petróleo a $110 por barril, la inflación en Estados Unidos podría superar el 10 %, según un análisis de la consultora RSM. Esto afectaría directamente la canasta familiar encareciendo los precios de productos básicos.
Esfuerzos diplomáticos Vs. ambiciones geopolíticas
No es la primera vez que Rusia busca expandir su territorio. En el 2014 anexó la península de Crimea, que antes pertenecía a Ucrania, mediante una serie de movimientos político-militares.
En aquel entonces Rusia recibió fuertes sanciones económicas que afectaron al país. La diferencia con el actual conflicto es que ahora los rusos cuentan con el respaldo de China.
El 4 de febrero en una reunión entre Xi Jinping y Vladimir Putin, el líder chino respaldó las “legítimas preocupaciones de seguridad” de Rusia y recalcó que “se oponen a que prosiga la ampliación de la OTAN”.
Con esto Rusia tiene menos temor a las sanciones de Occidente y le otorga mayor influencia a China, el principal beneficiario de una guerra entre Rusia y Ucrania.
El presidente Joe Biden ha propuesto diversos mecanismos de diálogo y otras acciones con el líder ruso, pero en los próximos días se verá realmente el resultado de este esfuerzo diplomático.
Es poco probable que un conflicto armado entre Rusia y Ucrania escale a una guerra mundial, pero lo cierto es que vivimos en un mundo altamente conectado, en donde un enfrentamiento en una parte del mundo, puede traer repercusiones directamente a su bolsillo.