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¿Su hijo es inquieto, se distrae con facilidad y tiene dificultades para concentrarse? Es posible que necesite ayuda para descartar el llamado Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

Esta condición tan común hoy en día que afecta a muchos niños y jóvenes, impacta su capacidad para realizar tareas diarias. Reconocer los signos tempranos y buscar tratamiento adecuado puede hacer una gran diferencia en el desarrollo y bienestar de su hijo.

¿Qué es el Trastorno por Déficit de Atención?

El Trastorno por Déficit de Atención, también conocido como TDA, es un trastorno neurobiológico que se manifiesta en la niñez y puede persistir en la adolescencia y la adultez. Se caracteriza por síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad que son inapropiados para la edad del niño y afectan su desempeño en diversos aspectos de la vida.

El TDA se clasifica en tres tipos, según Mayo Clinic:

  • Falta de atención predominante, que se se caracteriza principalmente por dificultades para mantener la atención, seguir instrucciones y completar tareas.
  • Conducta hiperactiva/impulsiva predominante, incluye conductas como moverse constantemente, hablar excesivamente y actuar sin pensar.
  • Combinado, que presenta síntomas de ambos tipos.

¿En qué afecta a los niños y jóvenes el déficit de atención?

El TDA puede afectar varios aspectos de la vida de los niños y jóvenes, desde el rendimiento académico hasta las relaciones sociales. En el ámbito escolar, los niños con TDA a menudo tienen dificultades para concentrarse en clase, seguir instrucciones y completar las tareas a tiempo. Esto puede resultar en bajas calificaciones, pérdida de interés en la escuela y frustración tanto para el niño como para sus padres y maestros.

Además del impacto académico, el TDA también puede influir en las relaciones sociales. Los niños con TDA pueden tener dificultades para hacer y mantener amigos debido a comportamientos impulsivos o hiperactivos, lo que puede llevar a conflictos y aislamiento social. La baja autoestima y la ansiedad son comunes entre los niños que luchan con este trastorno, exacerbando aún más los desafíos emocionales y psicológicos.

¿Cómo identificar que mi hijo tiene Trastorno por Déficit de Atención?

Identificar el TDA en su hijo puede ser desafiante, ya que muchos de los síntomas pueden parecer comportamientos típicos de la infancia. Sin embargo, hay ciertos signos que pueden indicar la presencia de este trastorno:

  1. Dificultad para concentrarse en tareas: el niño puede parecer desinteresado o distraído durante actividades que requieren atención sostenida.
  2. Problemas para seguir instrucciones: a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente y tiene problemas para seguir instrucciones o completar tareas.
  3. Desorganización: frecuentemente pierde cosas necesarias para actividades diarias, como juguetes, tareas o útiles escolares.
  4. Hiperactividad: puede moverse constantemente, incluso en situaciones donde se espera que permanezca quieto, como en el aula.
  5. Impulsividad: interrumpe a otros, tiene problemas para esperar su turno y actúa sin considerar las consecuencias.
  6. Falta de atención a los detalles: comete errores por descuido en tareas escolares o en otras actividades.

Si observa varios de estos síntomas de manera persistente y en diferentes contextos de su día a día, es importante consultar con un profesional de la salud para una evaluación completa.

¿Cuáles son los tratamientos para el trastorno de déficit de atención?

El tratamiento del TDA generalmente implica un enfoque multimodal. Por un lado, existen medicamentos para reducir los síntomas que causa. Se incluye la terapia conductual que se enfoca en modificar los comportamientos problemáticos y desarrollar habilidades nuevas. Puede incluir técnicas como el refuerzo positivo, el establecimiento de rutinas y el uso de sistemas de recompensas.

De igual manera, las familias cuentan con intervenciones educativas para casos más graves, donde los planes educativos individualizados pueden proporcionar acomodaciones específicas en el entorno escolar para ayudar a su hijo a tener éxito académico.

En todo esto, es vital el apoyo familiar y entrenamiento para padres. Aprender estrategias para manejar el comportamiento del niño y crear un entorno estructurado y predecible en el hogar puede ser muy beneficioso. Grupos de apoyo para padres también pueden ofrecer recursos y una red de comprensión y solidaridad.

Un plan efectivo debe incluir el trabajo en conjunto desde el hogar con maestros, médicos y terapeutas para crear un plan de tratamiento personalizado que aborde las necesidades específicas de los pacientes.

Lic. en Comunicación Social. MBA en Mercadeo. CEO de Link BTL. Disfruto de leer y escribir. Soy madre y esposa agradecida con la vida. jgimenez@lanoticia.com