Todos queremos ver a nuestros pequeños negocios prosperar, e incluso soñamos que algún día se conviertan en grandes, exitosas, y reconocidas empresas. Como ya sabe todo el que ha iniciado un negocio, este proceso de crecimiento es muy retador: solamente la mitad de las empresas llegan al quinto año de haberse fundado, según el Departamento del Trabajo de Estados Unidos.
A continuación, algunos consejos para conseguir un crecimiento saludable para tu negocio:
Piensa a dónde quieres llegar. Empieza imaginando cómo ves tu negocio a lo largo del tiempo, y qué pasos debes lograr para llegar a ese punto. La idea es que a partir del proceso abstracto, puedas definir estos pasos y que formen parte de tu plan de negocios, por lo que toca pensar en todos los aspectos: desde la parte comercial hasta la cantidad de empleados, la estructura del negocio, etc.
Reta el status quo. Lo que le ha funcionado a tu negocio hasta ahora muy probablemente no le sirva en el futuro para seguir manteniéndose vigente o poder seguir creciendo. Puede que la receta del plato estrella de tu restaurante sea muy buena, pero si no logras resolver problemas de costos, de cadena de suministros, o incluso de gerencia, el futuro de tu sitio de comidas es bastante oscuro.
Por esto, trata de ver alrededor qué están haciendo los demás, piensa qué reglas tradicionales pudieran romperse para darte esa ventaja competitiva que ponga a tu negocio a crecer como nunca.
Piensa en otras formas de venta. Nuestros amigos y familiares sólo pueden apoyarnos hasta cierto punto, y captar nuevos clientes es una tarea ardua para todo departamento de mercadeo. Trata de brindar opciones rentables a tus clientes y que faciliten el proceso de compra. Opciones como compras por suscripción, tarjetas de regalo, premios por referenciar a nuevos clientes, o distribuidores externos, son alternativas bastante comunes.
Acércate a tus clientes y consumidores. Trata de entender qué ajustes pudieras hacer para satisfacer mejor a tus compradores. Puedes usar encuestas, o incluso, dependiendo del negocio, conversar con ellos sobre su experiencia. Aunque no podrás satisfacer enteramente las necesidades de todos, trata de no perder el bosque por el árbol: no olvides quiénes quieres que sean tus clientes, de forma de no perder el foco de tu negocio. Por esto último, recopila la mayor información posible sobre las necesidades de esos potenciales clientes que estás buscando: sus intereses, sus necesidades, sus problemas, y cómo puedes satisfacerlos.
Aprender a delegar. A medida que vayan creciendo las operaciones de tu negocio, también crecen los requerimientos gerenciales. Esto puede ser más obvio en un negocio que pasa de tener una a varias locaciones: no puedes estar en dos lados a la vez. Empieza definiendo qué es lo que haces que genera dinero para la empresa y enfócate en ello, ya que no hay forma de que tu empresa crezca si debe esperar a que tomes una decisión sobre un problema en particular, que pudiera ser solucionado por empleados empoderados, entrenados, y con autoridad definida.