El 23 de septiembre de 2001, Drew Bledsoe fue golpeado por el linebacker Mo Lewis y se rompió un vaso sanguíneo en el pecho.
Y el destino de la NFL cambiaría para siempre a partir de ese momento.
La lesión del entonces quarterback de los Patriots a manos del defensivo de los Jets estuvo a punto de quitarle la vida, pero sobrevivió.
Sin embargo, jamás pudo recuperar su puesto como titular.
La irrupción de un chico llamado Tom Brady se dio a partir de ese momento, pese a que nadie hubiera imaginado que un lánguido pasador elegido en la posición 199 global del Draft del 2000 pudiera arrebatarle el puesto a Drew.
Pero apenas en su primer partido como titular quedó marcado su destino.
El inicio de su rivalidad
Enfrente estaban los Colts de la gran joya de la liga, Peyton Manning.
“Cuando jugué por primera vez contra él (Manning) en mi primer juego como titular hablé con él y le dije ‘hey, Peyton, Brady aquí’”, recuerda Brady.
“Me dijo algo como ‘hey, qué onda, Tom’; y no le importó quién era yo, lo que es muy bueno”, dice.
Aquella tarde ante 60,292 aficionados, New England arrasó en Foxborough con Indianápolis por apabullante 13-44, para sorpresa de propios y extraños.
Y no porque el chico egresado de Michigan hubiera hecho algo extraordinario para lograrlo, pues apenas y lanzó para 168 yardas sin un solo touchdown pero tampoco intercepción alguna.
Fue la defensiva de los Pats la que sepultó a los Colts, pero sobre todo, exhibió a Peyton con tres intercepciones, dos de ellas devueltas hasta las diagonales.
Así nació la última gran rivalidad de la NFL entre dos quarterbacks, con uno arropado por un equipo casi perfecto y otro potenciando a los suyos con su genuino talento.
"Obvio con los Colts jugábamos mucho, al principio estábamos en la misma división hasta que llegó Houston y se fueron al Sur”, remembra Brady.
“Peyton es alguien que siempre he admirado como quarterback, como líder de equipo”, reconoce.
“Somos casi la misma edad, él tiene 2 años más que yo”, explica.
“Pero por lo mismo que es más grande, siempre echaba un vistazo sobre cómo hacía las cosas y siempre hacía las cosas de la mejor manera, sus equipos siempre competían”, abunda.
A lo largo de sus carreras, se enfrentaron en 17 ocasiones, con abrumador saldo de 11-6 a favor de TB12.
Manning ganó cuatro veces a Brady con Indianápolis y dos con Denver.
Brady y sus elogios a Manning
“Nuestros equipos siempre tuvieron una rivalidad, pero cuando jugabas contra Peyton Manning sabías que era el otro mejor equipo de la liga”, afirma Brady.
“Y no es sorpresa que vaya al Salón de la Fama en su primer año, era un jugador asombroso, hizo mucho”, refuerza.
“Era un gran quarterback y como quarterback tomas una gran responsabilidad, debes asegurarte que todo es un reflejo de cómo ves el juego y que todos estén en la misma página”, desmenuza.
“Y cuando todos ven el juego a través de tus ojos es una gran forma de jugar”, abunda.
“El coach Tony Dungy confiaba en que Peyton harías las cosas correctas y siempre lo hizo”, insiste.
"Tuve la chance de conocerlo por mucho tiempo, veintitantos años y nada me sorprende a mí de sus logros”, dice.
“Es un tremendo jugador, siempre estamos en contacto, siempre me desea lo mejor y nos damos apoyo, estoy muy contento por él”.
Eli tomó venganza
Pero aunque la suerte no jugó a favor de Peyton en sus enfrentamientos con Tom, su hermano Eli Manning tomó venganza y de la mejor forma posible.
Primero, lideró la victoria de los Giants en el Super Bowl XLII ante los Patriots, dejándolos a solo una victoria de ser campeones invictos.
Y después, en la edición XLVI para impedir que el legado de la dinastía de New England fuera aún más grande.
“Llegó Eli a la NFC Este y jugué poco contra él”, dice Brady.
“Con estos dos chicos eran buenos juegos, pero desafortunadamente siempre hice lo mejor para vencer a ese equipo, jugué un poco mejor con Colts que ante Giants, pero ambos son realmente asombrosos”, reconoce.
“Eli y Peyton son dos grandes quarterbacks al igual que lo fue Archie, tremendos jugadores, líderes, grandes triunfadores, guardo mucho respeto por todos ellos”, admite.
“Son grandes competidores, grandes líderes y respeto mucho a Peyton por ser la selección global número 1, realmente era un número 1 dentro y fuera del campo, siempre hacía las cosas bien”, añade.
Peyton Manning se retiró al término de la temporada 2015 tras la victoria de los Broncos contra Panthers.
El último reto con Tampa Bay
Y tras ganar seis anillos de Super Bowl, Brady ahora tiene 43 años y disputará el SB apenas en su primera campaña con los Buccaneers.
Buscará un séptimo anillo ante los Chiefs, para así extender un poco más su ya de por sí prolífica leyenda.
“Creo que con Tom no hay ningún truco”, dice el coach de Tampa Bay, Bruce Arians, sobre su mariscal de 43 años y su impacto inmediato.
“Cuando vino y estuvimos hablando en la agencia libre, era un chico que hablaba un idioma contra 21 tipos hablando otro lenguaje, porque estuvo en un sistema del que venía y él estaba lejos de este sistema”, describe Arians.
“Pero no hay mucho truco, solo se cuidó mucho”, agrega.
“Su preparación me recuerda mucho a Peyton Manning, esos dos chicos están lejos en cuanto su preparación contra otros chicos que he entrenado”, indica.
“Big Ben (Roethlisberger) decidía ir a jugar y sabía que estaba listo, pero estábamos sobre él, Andrew Luck era de la misma forma, era muy inteligente”, apunta.
“Pero todos estos chicos sabían cuidarse más que otras personas y eso los hacía ganar”, puntualiza.