Caleb Anderson, de Georgia, es a sus 12 años estudiante de segundo año en el Colegio Técnico de Marietta donde cursa estudios subgraduados en Ingeniería Espacial.
El pequeño prodigio habla español, francés, mandarín e incluso se comunica a través de lenguaje de señas. A los dos años leyó completa la constitución de los Estados Unidos. Es también parte de MENSA – una asociación internacional exclusiva para súperdotados, de acuerdo con USA TODAY.
El chico comenzó la universidad luego de indicarle a sus padres que se encontraba aburrido porque ni sus estudios de escuela intermedia ni elemental ni superior lo retaban lo suficiente. Por lo tanto, sus padres tomaron la decisión de matricularlo en la universidad.
Si bien es cierto que es totalmente independiente en cuanto a sus estudios académicos, tiene una chaperona que lo supervise.
“Fue exactamente como lo esperé”, dijo el niño.
Los padres de Caleb, pero también de Aarón y Hannah, mencionaron que el joven es el afroamericano más joven en MENSA. Logro que conquistó con cinco años, por lo que se encuentra agradecida de haber conectado con la asociación.
En cuanto comenzamos a interactuar con otros padres de otros niños comenzamos a percatarnos de cuán excepcional era la experiencia que estamos vivienda.
El padre del menor mencionó que debido a las pocas personas de referencia que conocía con hijos similares, no se encontraban al tanto de cómo exprimir el potencial de Caleb.
Sin embargo, los padres mencionaron que los estereotipos que existen en torno a los jóvenes afroamericanos y a las jóvenes afroamericanas han sido un reto. La mamá –específicamente— mencionó que son muchos los niños y las niñas con los mismos dotes. La diferencia es que no los saben maximizar porque no han tenido ni las oportunidades, ni los recursos económicos.
“Ya me superó en Matemáticas, así que no puedo ayudarlo más”, bromeó su papá. “Seriamente, está en Cálculo II ahora”.
La Noticia redactó esta nota con información de USA TODAY.