Virginia está a punto de convertirse en el decimocuarto estado en aprobar una legislación que otorga un permiso de conducir para los inmigrantes indocumentados. ¿Qué puede aprender Carolina del Norte de este proceso?
La Asamblea General de Virginia aprobó los proyectos de ley Licencias para todos
(Proyecto de ley 34 del Senado y Proyecto de ley 1211 de la Cámara de Representantes).
Hasta el cierre de la edición, estos proyectos pasaron a un proceso de consolidación para posteriormente ser enviado al escritorio del gobernador demócrata, Ralph Northam, quien ha expresado su apoyo a la legislación. De ser aprobada, entraría en vigencia .
En Virginia, para solicitar una licencia de conducir, se debe presentar una prueba de residencia legal. Sin embargo, la nueva ley eliminaría este requisito para obtener una identificación que otorgue el privilegio de conducir.
Bajo el programa de Tarjetas de Privilegio para Conductores, las personas tendrían que pasar pruebas teórico prácticas sobre las leyes viales y de conducción, además de mantener un seguro de auto. Adicionalmente, se debe presentar una declaración de impuestos.
¿Cómo logró la comunidad inmigrante de Virginia empujar esta legislación? Existen dos factores clave: Los grupos proinmigrantes ejercen una presión firme al estar unidos, y los votantes paulatinamente eligieron una Asamblea General proinmigrante.
The Virginia Coalition for Immigrant Rights es un grupo que aglutina a 34 organizaciones, quienes entendieron que el trabajo en equipo puede lograr grandes cambios.
Estos grupos no derrocharon el tiempo en celos protagónicos, rivalidades internas, o utopias socialistas, sino que trabajaron mancomunadamente para ejercer una presión constante antes las autoridades, exponiendo las ventajas de otorgar este documento.
Las licencias de conducir para los indocumentados harán las carreteras más seguras porque los conductores recibirán educación vial y deberán tener un seguro.
Actualmente, 13 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico otorgan licencias de conducir para los indocumentados. Estos estados experimentaron una disminución del 30 en las muertes por accidentes de tránsito, en comparación con una disminución nacional del 20, según The Commonwealth Institute for Fiscal Analysis.
Esta entidad además aseguró que dar autorización a que los inmigrantes indocumentados conduzcan generará entre 11 y 18 millones en ingresos, por concepto de registro de vehículos, títulos y matrículas. Se estimó que entre 124,500 y 160,800 conductores buscarían licencias de Virginia en los primeros dos años si el estatus migratorio no fuese un factor.
En la primavera del en Carolina del Norte avanzó un proyecto de ley, elaborado por el representante republicano Harry Warren, que buscaba dar permisos de conducir restringidos a los indocumentados. Tristemente una facción de las organizaciones proinmigrantes, en busca de un protagonismo político y con irreales promesas de licencias sin restricciones, fueron los primeros en oponerse a este proyecto. Desde entonces ningún otro proyecto de ley de esta naturaleza ha sido aprobado por un comité de la Asamblea Legislativa.
Aún queda un largo camino por recorrer para unificar a las organizaciones sociales, sin embargo, los latinos tendrán este año una oportunidad para hacerse contar en el Censo, y podrán cambiar la historia si dejan escuchar su voz mediante el voto.