“Nuestro miedo más profundo no es el de ser inapropiado. Nuestro miedo más profundo es el de ser poderosos, más allá de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, lo que nos asusta” - Marianne Williamson.
¿Cuál es tu miedo más profundo? Esta pregunta tiene un truco, ya que realmente no lo sabemos conscientemente. Nuestro miedo más profundo reside precisamente en nuestro inconsciente.
Para algunos, es el miedo al fracaso, mientras que para otros, es el miedo al éxito. Algunas personas temen al rechazo si se atreven a hacer algo, y otras tienen miedo a la incertidumbre que rodea al logro en sí mismo.
¿Por qué se generan estos miedos en el inconsciente?
Hay varios factores, enumeraré los más comunes y, al mismo tiempo, los más difíciles de detectar.
1. Lealtades invisibles
Estas son pautas que recibimos de forma indirecta de nuestros padres, tíos, abuelos u otros miembros de la familia. Las llamamos invisibles porque no somos conscientes de ellas, pero están arraigadas en nuestro interior. Son como ataduras que nos limitan, como la creencia de que debemos seguir la misma profesión que nuestro padre o ser una madre y ama de casa como nuestra madre.
Estas lealtades invisibles se manifiestan en nuestras vidas, impidiéndonos tomar decisiones o avanzar en la dirección que deseamos, sin que lo sepamos ni podamos defendernos.
2. Creencias limitantes
Son esas voces internas que nos dicen: “no sé hacer eso”, “no puedo hacerlo”, “no nací para eso”, “no soy capaz”, “no tengo el conocimiento necesario”. A menudo, estas creencias se basan en la falta de confianza en uno mismo y el miedo al fracaso.
3. Experiencias pasadas
Estas experiencias pueden manifestarse como intentos fallidos, que no necesariamente son fracasos, sino aprendizajes que no pudimos apreciar en su momento.
4. Expectativas poco realistas
En la era de las redes sociales y los mensajes positivos y motivacionales, es fácil crear expectativas que no se ajustan a la realidad. Reconocer quiénes somos y nuestras limitaciones es esencial para abordar proyectos que realmente nos identifiquen y empoderarnos para alcanzar nuestros sueños.
5. Educación
Muchos de nosotros fuimos educados para seguir reglas, no tomar iniciativa y solo seguir instrucciones. Nos enseñaron a ser humildes y, para ello, debíamos minimizarnos para no “creernos demasiado”. Sin embargo, la humildad no significa menospreciarse, sino reconocer nuestras limitaciones y debilidades y actuar en consecuencia.
Cuando el miedo nos paraliza
Estos miedos se intensifican cuando migras, ya que te sientes más vulnerable y comienzas a dudar de ti mismo y tus habilidades. El estrés y la ansiedad aumentan, afectando tu autoevaluación. Si estos miedos persisten, pueden convertirse en creencias limitantes o experiencias traumáticas, lo que te lleva a evitar situaciones o proyectos futuros.
¿Cómo enfrentar tus miedos?
1. Revisa tus experiencias pasadas de éxito
Te darás cuenta de que tus experiencias pasadas exitosasson más numerosas que tus fracasos, aunque estos últimos tiendan a pesar más en tu mente.
2. Valora tu valentía
Como inmigrante has tenido el coraje de dejar tu hogar y enfrentarte a lo desconocido. Eres valiente, y eso es algo que deberías reconocer.
3. Observa tus pensamientos
Haz una lista de tus creencias limitantes y comienza a cuestionarlas una por una. Descubrirás que la mayoría de ellas no son ciertas.
4. Enumera tus habilidades y pasiones
Reconoce las cosas que haces bien y las que te gustan. Esto fortalecerá tu autoestima, encontrarás más motivos para sentirte orgulloso de ti mismo y te dará la fuerza para enfrentar tus miedos.
5. Habla de tus miedos
Cuanto más evitas hablar de ellos, más poderosos se vuelven. Enfrentarlos y discutirlos te dará más control sobre ellos.
6. Busca ayuda
Si sientes que no puedes manejar los miedos por ti mismo, considera la posibilidad de buscar orientación a través de un coach o terapeuta. A veces, una simple conversación puede ayudarte a identificar y abordar tus miedos.
7. Actúa
La acción es tu mejor aliado en la vida, independientemente de la situación que estés enfrentando.