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En los últimos meses trascendieron a la luz pública varios casos de mujeres quienes fueron víctimas de acoso sexual o conducta inapropiada por parte renombradas personalidades del mundo de la política, los negocios y el entretenimiento en Estados Unidos. Estos valerosos actos de denuncia pueden servir de inspiración para uno de los grupos más vulnerables que sufre este problema: las mujeres inmigrantes.

Desde conocidas figuras como el comediante Bill Cosby, el famoso productor de películas Harvey Weinstein, el excomentarista de la cadena Fox News, Bill O'Reilly, el expresidente de Fox News, Roger Ailes, han sido señalados por varias víctimas quienes valientemente levantaron su voz contra hombres poderosos que no pudieron sostenerse en sus cargos por el abrumador peso de las evidencias en su contra.

Luego de casi 20 años de haberse aprobado una ley federal contra la violencia a la mujer, se ha experimentado ciertos avances pero aún queda mucho por hacer.

Las estadísticas son alarmantes. Según datos de la organización contra la violencia sexual más grande del país, RAINN (Red Nacional de Violación, Abuso e Incesto), una de cada cinco mujeres en Estados Unidos sufrirán una violación en algún momento de su vida. La mayoría (51.9 %) de las mujeres en Estados Unidos experimentan violencia física en algún momento de su vida. Uno de cada cuatro asaltos físicos o sexuales son cometidos por parte de una pareja sentimental. Un 63 % de los casos de asalto sexual no son reportados a la policía.

Muchas veces para las víctimas es un desafío romper el silencio. Tristemente en algunos lugares de trabajo la estrategia como se manejan estos casos ha sido el silencio cómplice, o se duda de la palabra de la denunciante. En otros lugares incluso se echa la culpa a la víctima, especialmente si el agresor tiene una posición de poder. Finalmente están quienes minimizan el problema diciendo que “fue una broma”, “un juego”, o un “simple mal entendido”.

He tenido la oportunidad de hablar con algunas víctimas inmigrantes de acoso sexual. Para estas mujeres la situación se vuelve más compleja, pues el temor natural de enfrentar una situación como esta se suma al hecho de que pueden ser despedidas, y debido a que no tienen un estatus migratorio legal, temen acudir a las autoridades.

No debemos ceder al miedo. Si usted sufrió algún tipo de acoso, si le tocaron de alguna manera que le hizo sentir incomoda o recibió comentarios inapropiados, levante su voz. Es posible que se encuentre con una barrera de silencio en su lugar de trabajo, si este es el caso, busque a otro supervisor, o a otra autoridad, siempre habrá alguien quien la pueda escuchar.

Si usted sufrió este tipo de abuso, es posible que otras mujeres en su lugar de trabajo también lo hayan experimentado, si este es el caso, únase con ellas y levanten su voz en conjunto.

Adicionalmente es muy importante que deje atrás los mitos y no tema acudir a la policía, los uniformados están para proteger a las víctimas, indistintamente de su estatus migratorio.

Los hombres en el lugar de trabajo también tenemos un importante rol que cumplir. Si usted presencia algún tipo de acoso sexual en contra de alguna compañera, levante su voz. No celebre chistes o anécdotas sobre acoso sexual por parte de sus compañeros. Todos tenemos una responsabilidad en este esfuerzo por erradicar esta lacra de nuestra sociedad.

Periodista, editor, asesor, y presentador. De 2016 a 2019 el periodista más galardonado en Estados Unidos por los Premios José Martí. Autor del best seller: ¿Cómo leer a las personas? dbarahona@lanoticia.com