Hemos escuchado constantemente que la clave para lograr movilidad económica en Estados Unidos es la educación, pero ¿qué se ha hecho al respecto? El estado de Virginia dio un paso importante sobre este tema, implementando matrículas universitarias igualitarias para los indocumentados.
El 12 de marzo, el gobernador de Virginia, Ralph Northam, firmó una nueva ley que permite a los estudiantes indocumentados pagar matrículas universitarias igualitarias, es decir, pagan lo mismo que sus compañeros y no cuatro veces más como si fuera “estudiantes fuera del estado”.
La nueva ley permite a cualquier estudiante acceder a la ayuda financiera estatal si es elegible para la matrícula estatal universitaria, independientemente de su ciudadanía o estatus migratorio.
Para calificar, los estudiantes deben asistir a una escuela secundaria de Virginia durante dos años. También deben presentar pruebas de que al menos uno de los padres pagó impuestos durante dos años. Esta ley entrará en vigor el 1ro de agosto del 2022.
Y ¿qué pasa en Carolina del Norte?
Tristemente en muchos estados como Carolina del Norte los jóvenes indocumentados, e incluso los beneficiarios de la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA), son considerados como “estudiantes fuera del estado”, aunque en la realidad hayan vivido aquí por varios años, esto hace que paguen mucho por una matrícula universitaria que el resto de sus compañeros.
Buena parte de estos estudiantes, que provienen de familias humildes, no tienen acceso a ayuda gubernamental y a algunas becas, así que ven truncados sus sueños de progreso. ¿A quién le beneficia esto? ¿No es mejor tener a jóvenes capacitados en nuestra fuerza laboral?
Carolina del Norte está perdiendo grandes oportunidades laborales y económicas al hacer a un lado a estos estudiantes.
Matrículas universitarias igualitarias y la economía
Un estudio reciente de New American Economy resalta el impacto económico y demográfico de los inmigrantes a favor de Carolina del Norte, específicamente de los beneficiarios de DACA, también conocidos como “soñadores”.
Unas 32,920 personas son elegibles para obtener DACA en Carolina del Norte. De ellos, 92.9 % están trabajando, y generan ingresos familiares de $671.5 millones.
En el 2019, los “soñadores” de Carolina del Norte pagaron $138.9 millones en impuestos: $76.7 millones en impuestos federales, y $62.3 millones en impuestos estatales y locales.
Este grupo tiene un poder de compra total de $532.6 millones. Imagine lo que podrían producir si se les da la oportunidad de ir a la universidad.
¿Qué tiene Virginia que no tiene Carolina del Norte?
El Proyecto de Ley de Virginia en la Cámara de Representantes (HB-2123) fue patrocinado por el legislador demócrata Alfonso López, para quien el tema de los “soñadores” es personal, pues su padre era indocumentado y vino a Estados Unidos cuando tenía 18 años desde Venezuela, con el sueño de una vida mejor.
En 18 estados se han aprobado leyes como la de Virginia, incluyendo a Utah y Texas, que son conocidos por ser estados conservadores.
Lo que Carolina del Norte necesita es mandar a la casa a legisladores estatales caducos que no hacen más que sembrar división. Necesitamos sangre nueva que tenga los ojos puestos en el progreso, y no en las próximas elecciones. Nos urge tener legisladores latinos que hagan personal su lucha contra la injusticia y a favor de la educación.