Una perrita llamada Princess se encontraba gravemente herida tras ser atropellada, pero no fue atendida debidamente debido a un caso de negligencia.
Cuando fue encontrada el domingo 19 de julio no podía caminar y aparentemente había sido atropellada por un automóvil.
Así lo relató el oficial de control de animales que la encontró.
Bonnie Wilde, la directora del Refugio de Animales del Condado de Richmond, programó una cita con un veterinario para el 21 de julio.
Pidió a la Sociedad Protectora de Animales que pagara por el examen veterinario de Princess, que era una práctica estándar en ese momento.
No se permitió realizarle radiografías ni darle analgésicos
El veterinario declaró que Princess estaba "paralizada" y la enumeró con una "lesión espinal".
Pero la Sociedad Protectora de Animales —que figuraba como dueña de la perra— no autorizó radiografías que hubieran permitido una evaluación completa de las lesiones.
Basado en la evaluación inicial y sin los estudios pertinentes, el veterinario recomendó la eutanasia.
"A diferencia de casos anteriores (la Sociedad Protectora de Animales), no autorizó al veterinario a realizar la eutanasia recomendada", se lee en el aviso del Departamento de Agricultura (DOA).
El veterinario informó que no informaron de forma independiente al refugio de esta recomendación bajo la presunción de que Humane Society transmitiría la recomendación.
El veterinario también le dijo al DOA que no le proporcionaron analgésicos en ese momento porque creían que la perrita sería sacrificada.
El DOA no ha podido encontrar pruebas de que la Sociedad Protectora de Animales le haya dicho al refugio que el veterinario recomendó la eutanasia.
Video mostró a la perrita muy lastimada
El refugio tampoco preguntó sobre las conclusiones del veterinario sobre la condición de Princess.
Ni a pesar de una pronunciada cojera que se mostró en un video publicado en las redes sociales y proporcionado al Daily Journal por el condado en el que Princess juega con otro perro.
El video fue un esfuerzo para recaudar 2,000 dólares para pagar la visita de un especialista a Princess.
La Sociedad Protectora de Animales la llevó a una segunda evaluación veterinaria el 18 de agosto.
Así fue que descubrieron que la perrita tenía una cadera derecha dislocada, el fémur derecho "severamente fracturado" con formación de callos, artritis severa del rodilla derecha y fractura grave de tibia izquierda con desplazamiento y formación de callos.
El veterinario nuevamente recomendó la eutanasia o la consulta con un especialista en ortopedia.
Fue en esta visita que el veterinario administró dos analgésicos a los cuidadores de la perrita.
Pasaron 30 días de que Princess sufrió sus lesiones, que por fin recibió por primera vez una dosis de analgésico.
Amputada por la negligencia
La Sociedad Protectora de Animales transfirió a Princess a un rescate el 19 de agosto y luego la llevaron a un cirujano el 24 de agosto.
Esto, para amputar la pierna trasera derecha y reparar la fractura de la pierna trasera izquierda.
Princess "continúa recuperándose y le va bien con su nueva familia”, según el informe.
Fue así que la División de Veterinaria del Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor de Carolina del Norte emitió este mes una multa de 2,250 dólares contra el condado de Richmond.
Debido a una investigación sobre violaciones de la ley estatal relacionadas con el cuidado adecuado de los animales.
Y advirtió al condado sobre otras dos violaciones.
La multa más grave impuesta al condado es de 2,000 por el manejo de Princess.
El Departamento de Agricultura además multó al condado con 250 dólares por no cumplir adecuadamente limpiar sus recintos de animales dos veces al día ese mismo día.
El condado de Richmond tiene 60 días para pagar la multa o apelar la multa.
El condado tiene la intención de apelar.