Cientos de migrantes volvieron a salir a las calles de Tapachula, una ciudad mexicana de la frontera sur, para exigir que les permitan el libre tránsito con rumbo a Estados Unidos.
Los migrantes suramericanos, centroamericanos y haitianos, protestaron en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados y el Instituto Nacional de Migración (INM). La Guardia Nacional intervino para preservar los inmuebles del lugar.
Las personas alegan que su principal objetivo no es estar en México:
"Nosotros no nos queremos quedar en México, no queremos esperar, no nos pueden obligar a quedarnos aquí. Nuestros hijos tienen derechos a estudiar y ellos no nos lo pueden garantizar. Sólo queremos avanzar", dijo una mujer hondureña durante la protesta.
Agregan que el tiempo que llevan esperando, más o menos desde septiembre del año pasado, los está agotando y dejando sin dinero para pagar alquiler ni medicinas cuando se enferman.
Por otro lado, denunciaron que las autoridades les han roto documentos en operativos que realizan en la ciudad para detenerlos. También que sufren de extorsiones por parte de la delincuencia.
Migrantes intentan presionar con caravanas para recibir respuestas
En medio de la protesta advirtieron que de no tener respuesta inmediata a su exigencia de libre tránsito iniciarán una nueva caravana hacia el norte.
El fin de semana, la primera caravana del año, que inició en San Pedro Sula, Honduras, fue disuelta rápidamente en la frontera con Guatemala.
El año pasado, diversos grupos partieron desde el sur de México, que se vio saturado de migrantes debido a un plan de contención del gobierno para evitar que transitaran hacia Estados Unidos.
A finales de año, después de diversas protestas y caravanas, las autoridades cedieron a otorgar documentos e incluso facilitar autobuses para trasladarlos a otros estados del país para descongestionar la frontera sur que llegó a tener alrededor de 120,000 migrantes varados, según estimaciones de activistas.