Todo había salido bien con el trasplante de corazón de un cerdo que recibió un paciente, pero falleció a los dos meses.
Te puede interesar:
David Bennett Sr., de 57 años, originario de Maryland, fue la primera persona en recibir un trasplante de corazón de cerdo en enero de este año. En marzo murió, a pesar de que se recuperaba bastante bien del trasplante cuando una día amaneció peor, con síntomas similares a los de una infección.
Los médicos llevaron a cabo varias pruebas para intentar comprender la causa, y le suministraron a Bennett una variedad de antibióticos, antivirales y un tratamiento para reforzar el sistema inmunológico. Pero el corazón del cerdo se inflamó, se llenó de fluidos y eventualmente dejó de funcionar.
Las investigaciones posteriores permitieron evidenciar que el corazón tenía un virus animal, pero aún no pueden determinar si eso estuvo relacionado con el deceso del paciente.
Los médicos de la Universidad de Maryland tampoco encontraron indicios de que el virus, llamado citomegalovirus porcino, causara alguna infección activa.
Te puede interesar:
¿Son seguros los trasplantes de órganos animales a los humanos?
Usualmente una de las principales preocupaciones en los trasplantes de órganos animales a humanos es el riesgo de que puedan introducir nuevos tipos de infecciones a las personas.
Debido a que algunos virus están "latentes", es decir que pueden estar presentes sin causar una enfermedad, "podría tratarse de un polizón", dijo el doctor Bartley Griffith, el cirujano que llevó a cabo el trasplante de Bennett.
De cualquier forma, ya se trabaja en el desarrollo de pruebas más sofisticadas para "asegurarnos de que no pasemos por alto este tipo de virus", añadió el doctor Muhammad Mohiuddin, director de ciencias del programa de xenotrasplantes de la universidad.
Durante décadas, los doctores han intentado sin éxito usar órganos animales para salvar vidas humanas. El último recurso de Bennett, quien estaba muriendo y no era elegible para recibir un corazón humano, era someterse a una cirugía en la que se usó el corazón de un cerdo modificado genéticamente para reducir el riesgo de que su sistema inmunitario rechazara el órgano rápidamente.
El equipo de Maryland dijo que el cerdo donante estaba saludable y pasó las pruebas requeridas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) para buscar infecciones. El animal fue criado en una granja libre de patógenos para evitar contagios. Revivicor, la empresa que proporcionó el cerdo, se negó a comentar al respecto.