En México, miles de ofrendas son dedicadas a los médicos que han muerto por COVID-19.
Luis Linares es uno de los más de 1,700 médicos muertos por COVID-19 en el país y que fueron homenajeados por el gobierno. Se decretó tres días de luto nacional, que concluyen el lunes.
El médico atendía pacientes de forma privada en un barrio marginal del sur de Ciudad de México. Cobraba 30 pesos la consulta (dólar y medio), y a veces, ni cobraba, señala
su viuda, María del Rosario Martínez. Ella también es doctora.
A María del Rosario no le cabe duda que su esposo se contagió en ese consultorio, donde recibía a gente de muy bajos recursos, que no se cuidaba.
Linares tenía sus pulmones dañados porque en la epidemia de 2009 se infectó de Gripe A. Su viuda asegura que "no fue por descuido". "Yo le decía, 'Luis ya no vayas a trabajar' pero me decía, 'entonces, ¿quién va a ver a esa pobre gente?, recuerda.
México es la nación en la que han muerto más médicos en el mundo
"Siempre fue igual: ayudar, ayudar, ayudar", señala Martínez frente a su tradicional altar del Día de Muertos que erigió. Esta es como muchas otras ofrendas a lo largo y ancho de México. En septiembre, según el recuento de Amnistía Internacional, era la nación donde habían fallecido más profesionales de la salud, por delante de Estados Unidos y Brasil.
Luis Linares murió el 25 de mayo, hospitalizado y ya diagnosticado con COVID-19. Fue durante uno de los momentos pico de la epidemia en Ciudad de México. Su viuda, enfermó de coronavirus unos días más tarde.
Seis días después, esta mujer de 59 años creyó morir peregrinando de un hospital a otro hasta que consiguió un lugar que no estuviera saturado. "Me fui deteriorando muy rápido (...) tenía sangrados".
Cinco meses después se siente recuperada y en paz aunque no le llegará el apoyo del gobierno y todavía no se haya acostumbrado a la ausencia de su esposo.
México tiene ya más de 924,000 contagiados confirmados y 91,700 fallecidos por COVID-19.
Con información de The Associated Press