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Para la comunidad de médicos, Rubén Mesa es conocido como investigador, académico y experto en oncología, pero para sus pacientes es el doctor que empatiza con el sufrimiento que causa el cáncer, para quien lo vive y para sus familiares y quien busca aliviar este dolor a través de diferentes alternativas.

Desde hace más de 30 años, el médico se ha dedicado a estudiar y trabajar en el sector de la salud y en diciembre del 2022 fue designado como presidente y director ejecutivo del Instituto de Cáncer Levine del Atrium Health de Charlotte y del Centro de Cáncer Integral del Atrium Health Wake Forest Baptist.

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Reducir el sufrimiento humano fue su motivación para estudiar medicina

Aunque Mesa nació en Estados Unidos, sus padres emigraron de Cuba durante la Revolución Cubana en 1959. Asegura que su familia tuvo que dejar todas sus posesiones para comenzar una nueva vida.

Llegaron sin nada y trabajaron muy duro para poder estar bien en este país. Para ellos era muy importante la educación y sabían que era lo mejor que le podían dar a sus hijos, entonces tuve la suerte de tenerlos a ellos, porque con sus esfuerzos y con el apoyo de muchos maestros durante mi carrera pude avanzar muchísimo. Tuve muchos beneficios de esta tradición latina y del esfuerzo de mis padres y mis abuelos, quienes trabajaron muy duro para que yo pudiera tener oportunidades en este país”, comentó Mesa a La Noticia.

Para poder convertirse en médico especialista en oncología, Rubén estudió más de una década. “Es una carrera larga, que requiere al menos cuatro años de medicina, luego tres de medicina interna y luego otros cuatro para estudiar oncología y hematología”, detalló.

Después de obtener un título en ingeniería nuclear y fisiología, especializándose en radiación, Rubén se graduó como médico en la Escuela de Medicina Mayo Clinic Alix en Minnesota. Esto fue en 1995. Después completó sus estudios como residente en medicina interna en la misma institución y en el 2002 obtuvo una beca para especializarse en hematología y oncología

La medicina fue mi oportunidad de combinar el avance en la ciencia y de disminuir el sufrimiento de los humanos y de las familias de nuestras comunidades. Oncología es un área muy importante, muy interesante y es dónde mucha de las nuevas tecnologías y tratamientos se están investigando para disminuir el dolor, porque trata enfermedades muy difíciles”.

“El cáncer va de la mano con el dolor”

La relación del Dr. Mesa con el cáncer va más allá de lo profesional. En el 2006 su padre Rubén falleció por cáncer de pulmón. Su madre Teresa logró sobrevivir a la enfermedad. Tenía células cancerígenas en el seno.

Ella logró curarse gracias al avance de nuestras investigaciones y el esfuerzo de la ciencia. Viendo esos esfuerzos y el impacto que tiene en pacientes con cáncer es una de las razones por las cuales yo encuentro esta actividad muy importante”, señaló Rubén.

De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer (NIH) existen tres tipos de dolores que son comunes en los pacientes con cáncer: el agudo (que a menudo dura poco tiempo, pero aparece rápidamente), el disruptivo (que aparece incluso cuando se toman medicamentos para el dolor) y el crónico o persistente (que en algunos casos vuelve a aparecer o permanecer constante por meses, e incluso suele empeorar con el tiempo).

El Dr. Mesa es vicedecano y profesor de los Programas de Cáncer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest, Winston-Salem NC (Foto cortesía: Atrium Health).

Por esta razón, desde que comenzó a trabajar con pacientes con cáncer, Rubén empezó a destacarse como investigador en buscar alternativas para disminuir el sufrimiento de los pacientes y que la recuperación de la enfermedad no les cause mucho dolor.

El cáncer va de la mano con el dolor, puede generar sufrimiento en el paciente de maneras muy distintas, en el dolor físico, perdiendo peso, hay muchos síntomas que son muy difíciles para los pacientes. Por eso, como oncólogos, tratamos de aliviar el dolor al tratar de disminuir el tamaño del cáncer o curarlo en su totalidad. También tratamos de aliviar el dolor para el paciente, el dolor emocional, el de la familia”, expresó.

El cáncer requiere del trabajo de varios especialistas

Para poder tratar y aliviar el dolor de un paciente con cáncer, se requiere de un equipo multidisciplinario. Así lo explica el investigador, quien asegura que al tratarse de un “proceso difícil”, puede tener un impacto negativo en otros órganos y, por lo tanto, es necesario que cada persona afectada por la enfermedad cuente con un equipo que le ayude a superarla.

Los oncólogos somos los especialistas en diagnosticar y tratar a los pacientes, pero también trabajamos con especialistas cardiovasculares, psicólogos y otras especialidades de medicina para atender otras situaciones, como cuando el cáncer afecta órganos como el corazón, los pulmones, la piel, el cerebro. En estos casos es importante trabajar juntos para aliviar el sufrimiento que causa el cáncer”, dijo.

Para el médico, la “combinación de esfuerzos” puede ser la clave para poder brindar una atención adecuada y garantizar el acceso a un tratamiento efectivo. Por ello, durante su carrera ha apoyado a médicos de otros países para atender casos de cáncer a través de consultas entre profesionales.

Las dificultades de los latinos para tratar el cáncer

El oncólogo señala que para cualquier persona con cáncer existen diversas dificultades para el momento de tratar atender una enfermedad compleja como el cáncer. Sin embargo, en la comunidad latina existen situaciones que vuelven esta situación más complicada: los problemas migratorios, el idioma, la cultura y el aspecto económico.

Provenir de una familia inmigrante y atender a miles de familias latinas le ayudó a empatizar más y entender las diferencias con los pacientes latinos. Comentó que durante los años que trabajó como doctor y profesor de medicina en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio logró conversar con la primera dama (Jill Biden) sobre la posibilidad de brindar mayor acceso a la salud a los pacientes latinos con cáncer a través de un proceso federal.

Hay muchas dificultades al momento de financiar una enfermedad tan difícil, como el cáncer, y esto es complicado en todas partes y aún más cuando a esto se añaden problemas con inmigración. Esto es algo que vi mucho cuando trabajé en San Antonio, donde atendí a muchos pacientes que eran de México, Cuba y Suramérica y su situación migratoria era muy complicada y les hizo más difícil a ellos poder manejar temas relacionados con su atención”, recordó.

Médicos latinos son una oportunidad

En su nuevo rol, como director de dos instituciones que atienden el cáncer en Carolina del Norte, el médico asegura que ha podido notar la presencia de otros oncólogos y especialistas latinos o que hablan español. Para él, es importante que pueda existir ese contacto directo de médico a paciente para explicarle las repercusiones del cáncer y los posibles tratamientos.

Cuesta a veces poder dar respuestas a las preguntas que muchos pacientes tienen. Los médicos que hablan en español son una oportunidad para los pacientes, porque además de compartir el idioma, comparten la cultura para poder ayudarlos de la mejor manera posible y nuestra cultura es muy familiar… Cuando (los médicos) tratan con latinos, tienen también esta conversación con un familiar del paciente y con alguien a quien este considera experto en temas de salud, un conocido enfermero, médico, farmacéutico, técnico, pero alguien con quien se siente en confianza y quien le ayuda a seleccionar el tratamiento. Esto es importante para el latino”, expresó.

El especialista señaló que existen enfermedades que causan más muertes en latinos, debido a los niveles bajos en los cuales estas poblaciones se abstienen en participar en los avances científicos. Como ejemplo, citó la poca iniciativa de la comunidad latina para vacunarse contra el VIH

Tenemos asuntos especiales en nuestra comunidad que estamos tratando de cambiar para hacer más equitativo los avances en el cáncer para toda nuestra población. Sabemos que hay avances que no han sido universales para nuestra comunidad latina, quienes se están muriendo de cáncer y esto se da por varias razones: el acceso al cuidado de salud y el problema de que no haya una detección temprana del cáncer”, dijo.

Atrium y su lucha para disminuir las muertes por cáncer 

Para el médico, trabajar en dos centros que combinan sus esfuerzos para tratar el cáncer es una oportunidad para mejorar la situación de cáncer de la comunidad latina. Adelantó que actualmente ambas instituciones de Atrium Health trabajan para lograr avances en tratamientos con radiación que podrían disminuir el número de pacientes que mueren por cáncer.

Durante mi carrera he podido ver el impacto que tienen nuestros esfuerzos. He estado en estudios sobre seis medicamentos que se utilizan para la leucemia crónica y he visto que los nuevos tratamientos han ayudado con enfermedades que antes mataban a los pacientes que estaban afectados. Ahora están curados y pueden tener mejor calidad de vida. Esto tiene un impacto no solo en los pacientes, sino también en sus familiares”, consideró.

El profesional destacó que a diferencia de sus primeros años como oncólogo, actualmente existen mejores medicamentos para atender problemas en órganos del cuerpo que se ven afectados por el cáncer, algo que ha aumentado las posibilidades de sobrevivir a la enfermedad. 

Hemos visto mejores tratamientos de apoyo que disminuyen síntomas como náuseas, esto era algo muy difícil en otros años, cuando las personas se tenían que someter a las quimioterapias y veíamos el sufrimiento de los pacientes y sus familiares”, indicó.

Luego de más de dos décadas trabajando como oncólogo y hematólogo, el profesional, quien también es vicedecano y profesor de los Programas de Cáncer de la Facultad de Medicina de la Universidad de Wake Forest (Winston-Salem, NC), recomendó a los futuros estudiantes en la salud, el sentir esta motivación y vocación de ver a sus pacientes como las personas que son y unirse en la meta de ayudarlos a superar los sufrimientos que causan esta enfermedad.

Es una carrera muy gratificante, pero también es un oficio muy emocional porque nos toca ver el sufrimiento de nuestros pacientes y con la enfermedad también perdemos a algunos pacientes y por eso nos esforzamos para lograr hacer una diferencia y disminuir el dolor de los pacientes”, concluyó

Periodista de profesión, ávida lectora por vocación. Tiene un máster en Ciencias Criminológicas de la Universidad del Zulia, Venezuela. Le apasiona conocer nuevas realidades y contarlas.