San Charbel es un santo de origen libanés que es muy venerado en Latinoamérica. Es el primer santo oriental canonizado desde el siglo XIII, según aciprensa. Su devoción se extendió en el Líbano y cruzó fronteras a América y en especial a México donde se le venera fuertemente.
Este santo nació el 8 de mayo de 1828 en Beqaa-Kafra, Líbano. Desde los 47 años hasta su muerte en 1898, se dedicó a la oración. Rezaba 7 veces al día, comía una vez al día y permanecía en silencio. Miles lo visitaban atraídos por su reputación de santidad. Ellos buscaban su consejo, la promesa de oración o algún milagro.
A San Charbel se le pueden hacer peticiones diversas. La forma de solicitarlas es un poco distinta a otros Santos. Primero que nada se le escribe la petición en un listón de cualquier color a excepción del negro o blanco. Al escribirla él intercede ante Dios por quien le hace la petición.
Aunque la Iglesia Católica no reconoce alguna cualidad especial en el color de cada listón y las peticiones, sí recomienda que todo acto de esta naturaleza esté libre de magia o superstición, dice la revista única.
Significado de los listones de San Charbel
No debes de escribir tu petición en un listón blanco o negro, pero sí puedes elegir un color distinto para cada necesidad. De acuerdo con la tradición, cada listón tiene un significado diferente. Esto es lo que significa cada color:
- Azul: fuerza, protección y voluntad divina
- Dorado: iluminación, amor por los seres queridos y paz mundial
- Rosa: amor divino de la adoración y reconciliaciones
- Verde: esperanza, fe y salud física o espiritual
- Rojo: para situaciones difíciles
- Violeta: misericordia, perdón y meditación
- Amarillo: paz, equilibrio, sabiduría e intuición
- Morado: para la purificación
- Blanco: se usa para agradecer los favores concedidos
En los listones se escribe la petición y se repite: “Te pido, por favor, intercedas por mí…” Después se le reza al santo y se ata el listón al cuello de San Charbel.
Oración a San Charbel
¡Oh! Santo venerado. Tú que pasaste tu vida en la soledad, en tu ermita humilde y retirada.
Que no pensaste en el mundo ni en sus goces. Que ahora estás sentado a la diestra de Dios Padre.
Te pedimos que intercedas por nosotros, para que él nos entienda su bendita mano y nos socorra.
Ilumina nuestra mente. Aumenta nuestra fe. Fortifica nuestra voluntad para proseguir nuestras oraciones y súplicas ante ti y todos los santos.
¡Oh Santo Charbel! Que haces milagros y realizas prodigios sobrenaturales. Que curas a los enfermos y devuelvas la razón de los perturbados.
Que devuelves la vista a los ciegos y el movimiento a los paralíticos.
Míranos con piedad, otórganos la gracia…….que te imploramos y ayúdanos para hacer el bien y evitar el mal.
Pedimos tu intercesión en todos momentos y sobre todo en la hora de nuestra mente.
Amén
San Charbel, ruega por nosotros.