Para la mayoría de las personas, el trabajo es una parte fundamental de su vida. En principio, es una actividad que te permite ser productivo, crea riqueza para poder subsistir, e involucra la mente en algo estimulante.
El trabajo puede ser una gran fuente de bienestar. Cuando el trabajo en sí nos interesa, somos buenos haciéndolo, y las exigencias son apropiadas, contribuye significativamente con el bienestar psicológico y el autoestima.
Por otro lado, el trabajo puede ser una gran fuente de malestar. Cuando el trabajo no es correcto para nosotros, las exigencias son demasiado altas o demasiado bajas, o las condiciones no son favorables, puede contribuir fuertemente al malestar psicológico. Son los casos del Síndrome de Desgaste Laboral (o Burnout, en inglés) y Síndrome del Aburrimiento Laboral (o Boreout, en inglés). Estas dos enfermedades afectan a los trabajadores, minimizan su productividad, y menoscaban su salud mental.
¿Qué es el Síndrome de Desgaste Laboral?
Sherrie Bourg Carter, psicóloga que escribe para Psychology Today, define el Desgaste Laboral como "un estado de estrés crónico que lleva al agotamiento físico y emocional, cinismo, desapego, y sentimientos de poca efectividad y falta de logro." Es causado por la exigencia desmesurada del trabajo, horarios excesivos, falta de descanso, entre otros factores.
¿Qué es el Síndrome de Aburrimiento Laboral?
El Aburrimiento Laboral es el opuesto exacto al Desgaste. El término "Boreout" fue acuñado por Philippe Rothlin y Peter Werder, y se refiere a la condición en la que los trabajadores están crónicamente aburridos. Esto lleva a la desmotivación, falta de concentración, e incluso depresión. Es causado por exigencias demasiado bajas en el trabajo, falta de propósito y de reconocimiento, entre otras.
¿Cómo se previenen?
Mihaly Csikszentmihalyi, un psicólogo húngaro/estadounidense, es mejor conocido por su estudio de la "experiencia óptima", el estado ideal para desarrollar cualquier actividad. Csikszentmihalyi habla de "la imperativa de Ricitos de Oro". En el conocido cuento infantil, Ricitos de Oro prueba opciones (comida, camas) que son demasiado grandes o pequeñas para ella, hasta conseguir el tamaño ideal.
Esta es su filosofía hacia el trabajo. No debe ser demasiado exigente como para generar estrés ni tan poco como para generar aburrimiento. Si te encuentras en alguna de las dos situaciones, intenta hablar con tus jefes o colegas sobre maneras de aumentar o disminuir la exigencia.