Carolina del Norte recibirá próximamente su primer lote de vacunas COVID-19, serán alrededor de 85,000 frascos de dosis de Pfizer.
El gobernador Roy Cooper dijo que aún espera la aprobación de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos para que lleguen a mediados de diciembre.
Las dosis iniciales se destinarán al personal del hospital con el mayor riesgo de exposición.
Luego, a los trabajadores que no son de atención médica pero que tienen múltiples afecciones crónicas.
En algún momento de la primera mitad de 2021, los funcionarios de salud esperan que el estado tenga dosis suficientes para la población adulta en general.
No habrá imposición de vacunas por el estado
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte le dijo a USA Today que no tiene planes de imponer vacunas.
Pero los empleadores del sector privado podrían exigir a los trabajadores que los obtenga.
“El sector privado es un empleo a voluntad”, dijo Jeffrey Hirsch, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Norte.
Empresas sí exigen vacunas
Algunas empresas como los proveedores de atención médica, ya exigen que el personal se vacune contra una serie de enfermedades prevenibles.
Tales como paperas, sarampión, polio y la gripe anual.
“Los trabajos que presentan interacciones significativas con clientes y compañeros de trabajo a menudo tienen requisitos de vacunas”, comentó Dan Bowling, maestro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Duke.
Para exigir vacunas, los empleadores deben demostrar que hacerlo es una necesidad empresarial.
Además, que está relacionada con el trabajo y que representaría una "amenaza directa para la salud o seguridad de los demás" si se omite de acuerdo con la Ley de Estadounidenses con Discapacidades.
Los trabajadores despedidos por no cumplir con estos mandatos pueden presentar quejas ante la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo.
La ley favorece al empleador
Pero los expertos dicen que la ley favorece a los empleadores, incluso cuando los trabajadores buscan exenciones médicas o religiosas.
El Título VII de la Ley de Derechos Civiles dice que los empleadores deben adaptarse razonablemente a las prácticas religiosas de los trabajadores.
Pero la ley permite a los empleadores ser indulgentes si estas adaptaciones representan una "dificultad excesiva" para su negocio.
Hirsch anticipa que algunos trabajadores reclamarán exenciones religiosas para evitar la vacuna COVID-19 entrante.
Aunque no prevé que los mandatos de vacunas enfrenten mucha resistencia en los tribunales.
No obstante, si los empleadores pueden exigir la vacuna contra el coronavirus y si requieren la vacuna son dos preguntas separadas.
Aún hay mucho escepticismo
Los epidemiólogos estiman que alrededor de tres de cada cuatro personas necesitarán recibir la vacuna para ayudar a alcanzar la inmunidad colectiva.
Sin embargo, solo el 60 % de los estadounidenses dicen que probablemente recibirían una vacuna contra el coronavirus, de acuerdo con el Centro de Investigación Pew.
Los funcionarios estatales de salud se han esforzado por tranquilizar al público sobre la seguridad de las vacunas y la naturaleza independiente del proceso de aprobación.
En lugar de mandatos, algunos recomiendan que las empresas adopten un enfoque más suave para alentar a los trabajadores a adoptar una vacuna en la que todavía no confían muchos.